octubre 30, 2008

Y descubrí que hubo un tercer cumpleaños...

El quehacer de hoy se me alargó más de lo presupuestado.
Silencio... silencio y mi aburrimiento.

Aparece uno de esos amigos que ya sabes que serán "de siempre" y conversamos acerca de las letras, de las cicatrices y de los blogs.

Conversamos entre letras y tras ellas vuelve Sanbandij0 como queriendo hablar, como queriendo recordar, como recordando sin querer. Hablando cómo la salitrera de su blog (término que les oí a unas amigas hace un tiempo) se ha transformado en una más de su
s cicatrices, en una marca más de su propia historia.

Y voy a las mías, y le digo "Sí, mi blog tiene mis propias cicatrices" Esas que no se ven en la piel... y recuerdo cómo hace sólo un par de días me sumergí en mi botella y cómo cada post me hizo reír, recordar, llorar, estremecerme, volver a querer y dejar todo atrás una vez más.

Hay que ver cómo calan nuestras marcas... ¡Qué difícil es seleccionar algunas de ellas! Y aquí va mi intento... me sumerjo otra vez y el resultado, tras 3 años en este lugar, es...

(Sé que son demasiados links, no tienen por qué mirar tras cada uno de ellos, pero éste es un delicioso ejercicio que ya he acostumbrado hacer cada cierto tiempo).

"Podría jurar", mi primer post y ese enredo de amor que tenía dentro. Leo y vuelvo a sentir esa pasión tan contenida por la duda, por la ausencia. Simplemente porque te fuiste o porque realmente nunca estuviste.

Sigo navegando y llego a aquel día, aquél en que desarmaron el taller. Tablas que se han ido, historias que han quedado grabadas en ella, mi abuelo que no volverá a trabajar, una historia que ha quedado marcada profundamente en cada uno de nosotros. Leo y tras el recuerdo de aquellos tiempos de niños me topo de frente con el despertar de mujer, con las dudas de amor, con el calor de un abrazo, con el cariño de un beso, con la satisfacción de un ¿Cómo estás?... y eso tú Lo sabes... verdad?. Y son esas dudas las que vuelven y que cuestionan hasta recordar que sólo desaparecen al querer tanto que en un abrazo se acaba el Universo.

El tiempo pasa y no vano, las historias y los viajes dejan marcas dulces. Aquel pueblo y la casa derribada se lleva nuestras risas pero ellas quedan en nuestra memoria y en nuestra piel.

Las historias son contadas hacia adelante y luego hacia atrás, es así como sin darme cuenta me encuentro de frente con aquella niña... aquella niña insegura que tanto temía amar. Así me reencuentro con el recuerdo iluso de la primera vez que me enamoré, un recuerdo inventado por el querer "querer", una invención que se manifiesta tantos años después cuando lo veo a Él, que ni siquiera sé quién es.

Y pasa el tiempo y me pierdo... me pierdo y camino... y avanzo queriendo encontrarme... y el encuentro llega con aquel viaje al sur.

Y están ellas... mis amigas ¿Cómo no van a ser una de mis mayores marcas? Ellas que son testigos de tantos momentos, ellas con quienes he llorado, reído, peleado... a quienes, a veces, podría llegar a detestar si no fueran tan parte de mis días. Ahí quedan las marcas de nuestras historias, de nuestro dialecto tan particular... ¿Qué sería de nosotras si no hubiese habido un Team Peuño? Sin nuestros Jueves piola, qué sería de las locuras de Janis si no estuviesen para contenerla.

Me gustan las marcas... me gustan porque tienen historia, me gustan porque al verlas puedo recordar el dolor y por sobre todo el temor de volver a sentir. Me gustan porque cuando ese dolor desaparece, la marca recuerda que alguna vez estuvo ahí, y es tras esa misma consciencia que un día te diré, simplemente, Te Quiero. Así sin más, con la consciencia de los días pasados y de los sueños futuros, con las marcas expuestas de cada día, de cada sueño, de cada amor y de cada dolor, con la marca incluso de aquel día en que entregué ese Para tí.

Y hoy espero en silencio, recordando, olvidando, avanzando... y así entre días intensos, cierro los ojos, y casi sin quererlo, puedo oler esos días pasados una vez más.

Marcas de amores, marcas de desamores... Sin embargo, marcas más profundas existen por aquellos que alegran mi día sólo por existir, marcas dulces como ella que aún pregunta cosas que no puedo responder. Marcas dulces de aquellos que me han acompañado en dar más de un difícil paso. Pasos que nos llevan a observar el cielo, a mirar el sol, esos sube y baja que se repiten hasta lograr una simple pero no menos esforzada cumbre. Marcas dulces de un amor que nos sostiene... marcas dulces de una Familia Real.

Aquí, en este blog, están atesorados momentos tan especiales como mi Primera vez con el ballet; y momentos tan amargos con aquel asalto ¡Maldición!... o aquellas crisis y colapsos que vienen en un periodo tan particular en el cual se acentúan con el gran parto de la tesis.

Momentos donde tanta letra de esos amigos virtuales me acompañaron y me animaron. Momentos oscuros que terminaron sólo por mi propia convicción y así, una noche cualquiera, con los pies enterrados en la fría arena confieso el descubrir que realmente se podía ser feliz.

Y es aquí, donde está aquella triste partida de ese particular amigo a quién prometí jamás decir Adiós

Y es aquí donde no sólo está mi historia, sino también un trozo de a aquellos que han dejado sus letras en cada comentario y su huella en distintos ámbitos de mi día a día.

Es aquí comienzan las letras que un día me llevaron a conocer a esas hadas personales que hoy acompañan mi día y con quienes he aprendido tanto que hoy siento que les debo una publicación exclusiva en honor a este año juntas.

Y así, iniciando este post es que descubro que Mi Botella estuvo de cumpleaños por tercera vez y yo ni cuenta me dí. Veo la fecha del primer post, 11 de octubre 2005; y con sorpresa me doy cuenta que exactamente 3 años después, ese día la publicación fue para él...

"Eso sí es un post especial"
dijo Sanbandij0; y realmente, no puedo estar más de acuerdo.




Y gracias a ustedes por el aporte que han hecho en este tiempo. Gracias a Setzu, que descubro que ya es abiertamente Viviana; a Roberto; a aquella amiga que ahora resulta ser Doménica Santiago; ·º·DarkAngel·º·; Don Chere que ahora es Jaime Ceresa; Alvaro, mi amigo blogger; Turrexita con quién a pesar de la distancia, opto por quedarme con las letras que dejó en este rincón; Marcel Pommiez, el Gozador; la loca y dechabetada de Libertad Lu; Renatrán cuyos consejos me sirvieron para volver a reír; Inmeli; Águila Libre; José Luis Contreras, el doc; aquel dulce Navegante; la desaparecida Romané; los Nuevos Aires de la Clau; el desaparecido Don Kaoss, ahora Roberto Iglesias y tantos, tantos, tantos más...

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octubre 11, 2008

Vengo llegando del cementerio.
La familia y sus amigos presentes.

No pude llegar a la misa pero no dudo en que fue hermosa y emotiva.
En el cementerio lo despedimos con aplausos.

Mi primo lo acompañó y lo despidió, le dijo viejo porfiado y le dió las gracias por todo lo entregado. Dijo que había vivido como quiso vivir y ahora todos quienes lo queremos lo acompañábamos hasta el final del camino... así fue.

Lágrimas y más aplausos, lo despidieron como quería. Al momento de ingresar el ataúd sonaba una rancheras "no llores por el que se ha ido...". Luego su familia cercana brindó con vasos de vino mientras sonaba la segunda... "brindo por tí en tu ausencia..." o algo así.

Acompañamos una rato, lloramos, aplaudimos nuevamente, nos encontramos con quienes no veíamos hace años, conversamos, abrazamos y nos fuimos.

Mi primo y algunos más de la familia directa de mi tío se quedaron allá acompañándolo un momento más. Se quedaron con botellas de vino brindando por el que se ha ido. Él, que se ha ido y que siempre estará presente.

Por mi parte, brindo también por el "Chico Chanfle".
Brindo y me sumo a las gracias de cada buen momento que nos otorgó.

Gracias.

Tío... tío... el sube y baja... el sube y baja por favor.
¡¡Eeeehhhh..!!


Nota: Con profundo amor y respeto. Estas líneas para él.
Escribir, bien, mal o a veces medio al revés... pero es lo que sé hacer.