mayo 24, 2006

Viaje a Sur: La historia completa

¡Hasta que terminé con las historias del verano!

Aquí esta todo ordenadito, a sólo un click

Como sé que tiendo a extenderme mucho cuando escribo decidí hacer esto por capítulos:
Antes de...
Intro
I.Santiago - Puerto Montt

II. Pto. Montt - Castro
III. Castro - Cucao
IV. Cucao - Chacao
V. Chacao - San Gregorio - Santiago
VI.Santiago - Licanray - Curanipe
VII. Curanipe- Santiago


Agradecimientos:
A Team Chiloé, cada uno de ustedes hizo que esos días fueran especiales.
A Fran que llevó su camarita amiga y así pudimos traer algunas imágenes del sur.
A Lily y Soda que son los autores de tres de las imágenes que utilicé.
A ustedes que se han dado el tiempo de leer y comentar cada post.

Ahora...esperar terminar luego la memoria y los pasajes se iran al norte...¡¡siii!!

mayo 21, 2006

Curanipe - Santiago

Viene de: Santiago - Licanray - Curanipe

Hasta que llegué, tierra conocida, gente conocida, casa conocida...y con asadito!! Que bien.No, no es que me esperaran con tremenda fiestoca pero llegué justo cuando la familia de la Chikis tiraba carnecita a la parrilla para despedir a una tía de ella. Al final, esa noche no salimos, nos quedamos en casita comiendo, bebiendo el licor de la tía Paty y jugando naipe hasta bastante entrada la mañana. Si me sentía como en casa, sí porque en esos meses de verano me siento más en casa en Curanipe que en cualquier otro lugar.

Al día siguiente, bajamos temprano al pueblo a despedir a la amigota Sandra y Caco, su novio, que partían a Santiago después de haber pasado varios días y mil aventuras en estas tierras, junto con ellos partía la mayoría de Team Curanipe por lo que el cambio de equipo se realizó en ese momento, a nosotras nos tocaba despedir el fin de semana.

Se fue la tía de la Chikis y en casa también tuvimos cambio de integrante porque en la tarde del sábado llegó nuestro amigo Alexis, justo para alcanzar a ver la puesta de sol en Peuño. Hermosa. Me encanta ver la puesta de sol en la playa que está atrás de la casa. Volvemos...su wena ducha...el wen calefont ...el wen shampoo...el wen perfume y a ¡Costa Madero otra vez! Pasamos al pueblo, compramos unas cosillas y ya estamos fuera de la disco. El ritual de siempre, al mismo lugar y...¡Holaaaa! Sí, son mis amigos de Curanipe...como ritual, ya estaban en el mismo lugar y en el mismo trámite. Abrazos, risas, reencuentros y varios ¡salud! Que bueno es volver a verlos después de un año. Abrazos y más abrazos...¡¡Salud y más salud!!...Hay cosas que han cambiado pero alegro de verlos...a todos... a él... las cosas han cambiado, yo he cambiado y los años anteriores son sólo recuerdos, otro salud y ahora sólo quedan para guardarlos con cariño.

¡A bailar! A bailar a bailar que el mundo se va a acabar...otra vez en Costa Madero, otra vez bailando y bailando y bailando en ese lugar. Encontramos a otro amigo, al parecer su diversión ha comenzado demasiadas horas antes que nosotras y a bailar otra vez. "¿Y te vas a casar conmigo o no?" Si porque hace justamente un año se le ocurrió que cuando fuera profesional iba a ganar mucho dinero así para asegurarse me pidió matrimonio. "Mmm...no creo...¿Y qué gano yo? Tú te llevas mi sueldo pero qué me llevo yo...así el negocio no sirve" y ahí discutiendo el detalle del contrato sigue la música y sigo bailando.

Hora de cobrar el "cover". Encuentro a Alexis y vamos a conversar...y conversar...y conversar "¿Te puedo hacer una pregunta directa y patuda?", "Sí, claro" me responde, "Tú....¿verdad?", "No"...Ok, y empieza todo mi discurso y mil una teoría, realmente me agoté y todo para que su respuesta fuese "Me pasó por la r...todas tus teorías"...en fin, después de eso sólo queda hacer una cosa ¡Saluuud!

Termina la noche en Costa Madero y hay que buscar cómo ir a casa. Logramos subirnos en una camioneta y de pronto "¡Va a Chanco! Va hacia el otro lado ¡Hay que bajarse!" y así tuvimos que caminar y caminar por la carretera hasta que por fin llegamos al punto de inicio. Un colectivo ¡Por fin! Y todos arriba. De vuelta a Curanipe.

He venido sólo por el fin de semana, es domingo y Alexis tiene que volver a Santiago, a mí me queda una noche más, aprovechamos el día para pasear, para ir a comer las famosas "marisco-camarones", para ir a la playa, para recorrer el mirador. Llega la noche, dejamos a Alexis en el bus y con la Chikis partimos a la que será nuestra última fogata del verano, en Curanipe, no tendrá la magia de los días en Cucao, ni el violín ni el charango pero tiene el calor de nuestra gente, de nuestros amigos. Llega y llega gente, increíble que con los años aún sigamos conociendo nuevos personajes de Curanipe aunque a estas alturas ya siempre hay alguien en común "¡Ah! Entonces tu eres el amigo del amigo de..."

Esta vez estuve sólo un fin de semana y no el mes completo como suelo hacer pero hice todo en tiempo record: vi a mis amigos, fui a bailar a Costa Madero, me emborraché, aunque no mucho, y estuve en una fogata en la playa de Curanipe. Todo después de la aventura por Chiloé y unos días por Los Lagos ¿Qué más se puede pedir?

FIN DE LA TEMPORADA

mayo 16, 2006

Tiempos de Niños

Me llegó una de esas cadenas por mail y tuve que venir a escribir sobre eso.

El título tenía relación con Aquellos que nacieron antes de 1986 y nombraba varias situaciones que tuvimos que sobrellevar las generaciones anteriores a la actual.

Y así reaparecieron recuerdos tras recuerdos ¡Miles! ¡Qué tiempos, qué hermoso! Y comienzo a recordar los días en que vivíamos en casa de mi abuela. Bueno, los juegos en el taller y "la pieza de arriba" ya los he comentado aquí pero de esos tiempos hay mucho más que contar, como cuando mis primos, Fonchy y Christian, se pasaban desde la pieza de arriba al techo de la casa y no sé qué era más endeble, el palo por el que cruzaban o el pizarreño del cuarto donde tenían que llegar, claro como era la cabra chica nunca me incluyeron en sus aventuras pero yo esperaba paciente que se fueran y que nadie me viera para intentar realizar la travesía. De todas maneras siempre me ganó la cordura a último momento y nunca me subí al techo por ese camino, excepto una vez que logré llegar al pizarreño del cuarto pero en el momento pensé que si me caía mi abuela se daría cuenta y vendría a retarme así que me devolví. ¡Que mensa!¡Ya había pasado lo más difícil!; sin embargo, mis excursiones por el tejado se las debo a mi Tata que me permitía subir cuando tenía que hacer alguna reparación en el techo de la casa, ahí paseaba y paseaba y me sentaba en la parte más alta siempre mirando hacía la cordillera, a no ser que fuera al atardecer cuando me volteaba a mirar una lejana puesta de sol.

Pucha, lo malo de ser la menor en una casa donde hay dos hombres de la misma edad es que te dan ganas de hacer lo mismo y nunca te pescan, así que cuando vino la moda de los proyectiles fue mi tata quien tuvo que fabricarme un arma con una tabla, un perro (de ropa, obvio) y un elástico, claro, se supone que las municiones eran esos proyectiles hechos de papel pero a mí nunca me quedaban bien así que opté por disparar cáscaras de naranja...¡De alguna manera me tenía que defender! Era la niña frágil y tenía que sobrevivir a lo bestias que eran los hombres.

¡Y la primera bicicleta! Con rueditas a los lados. Día a día intentando aprender porque quitarle los accesorios del costado indicaba que ya no eras tan chica y podías salir más lejos. ¡Ya era grande! Claro que para aprender había que darse más de un porrazo diario y el logro se lo debo en gran parte a mi papá que corría y corría tras de mí afirmándome de la parte posterior del asiento, hasta que un día me dice: "Eso, muy bien Janita", su voz se oía más lejana así que miro hacia atrás y al ver que iba sola ¡Zas! ¡Directo al suelo! Pero yo quería aprender para algún día ir a la pista como lo hacían los niños, y la pista no era otra cosa que un peladero lleno de lomos donde hoy se encuentra unas dependencias de Investigaciones.

Cómo no recordar los eternos juegos del pillarse, la escondida, escondida-pelota, la pinta, el tombo, las quemaditas, las naciones, el alto y la botella envenenada, entre muchos otros. El mítico "Yo te pongo y tú me pones" y nadie pensaba en doble sentido porque lo que quería decir era que mientras estabas en la fila y tu amigo quedaba al final, uno le cedía el puesto y luego éste hacía lo mismo, por consiguiente, el último siempre era el con menos lazos de amistad.

¡Que tiempos aquellos! Cuando después de la hora de once, salíamos sagradamente a la calle "Pero si no hay gente afuera ¿Para qué vas a salir?". "Es que tú no entiendes mamá, se han demorado un poco pero tienen que salir, siempre salen todos" Y claro, ya con dos en el pasaje empezaba el desfile por las casas "Alooooó, Tía venimos a buscar a Fulanito" Y a jugar otra vez, los lunes, martes, miércoles...en fin, toda la semana.

Recuerdo un día en especial en que llegaron todos mis amiguitos, se colgaron en la reja frente a la puerta y comenzaron a cantar las mañanitas ¡¡Me habían llevado serenata!! Claro que fue un 11 de enero, para San Alejandro y no el 20 de marzo cuando sí es Santa Alejandra, así que esperé que terminaran de cantar y les dije "Muchas gracias, se pasaron, pero se equivocaron porque hoy no es mi santo, ¡Debieron revisar bien el calendario! ¡¡Pero pueden volver en marzo!!" Claro, ahora que lo pienso entiendo porque hay gente que dice "Sí niña, eres pesada, reconócelo" y es que yo no lo hice con mala intención pero tenía que hacerles ver su error, eso se llama sinceridad.

Éramos muchísimos y pucha que metíamos ruido con nuestros gritos, claro que no faltaban los vecinos que se molestaban y salían a regar la calle para espantarnos, pero al final nada resultaba, porque siempre había algún padre tipo héroe que iba a reclamar a la "vecina bruja" porque molestaba a los niños que se divertían sanamente. Si hasta manifestaciones hicimos gritando que nos dejaran jugar, que era nuestro derecho jajaja. Como aquella vez que se corrió el rumor que venían vecinos nuevos con 2 niños, no sé de dónde salió que llegaba una guagua y que ahora sí que no nos dejarían divertirnos sanamente, ni recuerdo quien comenzó la revolución pero terminamos ensuciando la casa con los duraznos podridos que caían de uno de los árboles para que cuando llegaran encontraran la casa fea y no se quisieran quedar. ¡Que horror! Lo peor fue que después descubrí que los vecinos nuevos no eran otros que mis tíos. ¡Menos mal no supieron que fui parte de semejante vandalismo!

Y es que en esas historias hay de todo, incluso mis pretedientes, no es por tirarme flores pero tenía más de uno, sólo que la época era como extraña porque yo no sé quién les dijo que mientras más te gustaban las niñas, más tenías que molestarlas y como a mí no me gustaba que me pasaran a llevar tenía que defenderme y terminábamos en unas luchas libres insólitas, porque parece que a más de alguno le gustaba harto ya que me sacaban la mugre y después las mamás andaban ahí de chismosas "Es que le gusta tanto la Alejandrita". Así es, si quieren saber por qué después salí tan rebruta fue por eso ¡Me tenía que defender! Me cargaba ser la niña frágil y acusete, así que tuve que aprender a salir de las mil y una llave que ellos se inventaban, a patear las canillas y morder los brazos. No, si tampoco me enorgullezco de esa bestialidad pero sí de que pocas veces pudieron ganarme y no piensen que era la niñita amachada, no no no, siempre señorita, si pateaba y mordía con clase jajaja.

¡Ay! ¡Que recuerdos! Y ahora me pregunto qué será de esos amigos de infancia, a algunos los veo a veces al pasar y que increíble que después de años compartiendo 7 días a la semana ahora apenas nos dediquemos un tímido "Hola".

Pd: No quería publicar esto hasta incorporar algunas imágenes de la época pero encontré tantas y tan buenas que mejor dejo un próximo post sólo para esos recuerdos gráficos.

mayo 10, 2006

¿Te cuento una historia?

Aburrida de leer, me doy mis minutos de distracción, converso un rato, mando unos mail...La ventanita parpadea, es Libertad , que oportuno el nombre, conversamos un rato, hablamos de cosas de blog, cosas de la cabeza, cosas del corazón, la conversa está buena, abro mi carpeta "Confidencial", me emociono con mis letras, recorro mis blogs, los dos, recorro mis recuerdos, me río, me emociono, veo un camino.

Y cuento mi historia.

Desde siempre he tenido ese gusto por escribir...más bien una necesidad, esa que se apoderá de la mayoría que hemos optado por el mundo blogger.

No he creado un blog para escribir algo específico, por eso mi primer post es uno de tantos escritos, pudo haber sido otro, pudo ser cualquiera, pero era el que tenía cuando lancé mi Botellita a este mar.

Lo leo y recuerdo esos momentos...que lejanos son pero me vuelven a emocionar...sí,
Podría jurar y ahora no sé si en realidad perdí...o quizás gané.

Pasa el tiempo, pasan cosas...otras quedan, algunas van y luego vuelven...y luego van otra vez.
¿Lo sabes, verdad? .

El blog cuenta mi vida pero no tiene orden cronológico, a veces los post son actuales, a veces son escritos guardados por años, otras, son recuerdos de momentos como cuando
Quise Tanto , o recuerdos de experiencias que ya se miran sólo con nostalgia y cariño como El Primer Amor.

Siempre buscamos avanzar pero hay momentos que se repiten una y otra vez como el término de año y el
autobalance que eso genera, pero mi balance no está listo y eso me deja en el Limbo por un tiempo. Quiero llevar mis contadores a cero y ello implica caminar sobre los pasos dados, abrir las heridas, enfrentar los miedos y el dolor. Dudo, dudo muchísimo, una duda que me quita la fé ¿Realmente hay algo Más allá de los sueños ? La cabeza quiere estallar, el corazón quiere dejar de sentir, pasan cosas, me equivoco, me siento sola y no quiero estar acompañada, todo parace estar al revés. Estoy perdida y
Pequeños gestos son reconfortantes.

Llega el Viaje a Chiloé, camino en una carretera, camino en mi vida. Terminan las vacaciones y
Vuelvo a la realidad. Cierro etapas, me reencuentro y vuelve la fé, primero por convicción, luego por que lo siento así. Aún hay heridas que sanar, los recuerdos traen nostalgia pero desaparece el dolor.

Pasa el tiempo, pasan cosas...y me doy cuenta que aún Temo Sentir , ya no tengo miedo sólo temor, ya no me paralizo pero el tiempo no pasa en vano y esta vez camino con cuidado. Disminuyo el paso, opto por los desapegos y una noche cualquiera, como tantas otras, el silencio me acompaña y la Luna me mira como queriendo hablar.

Algo molesta aún, paso los días por inercia, me doy unos viernes de copas con mis amigas y un día cualquiera me encuentro con un viejo amigo, conversamos, más de él que de mí y de pronto una frase sacude las entrañas. Escribo sobre lo que Falta , pienso en ello unos días, veo las cosas más claras, veo dónde ha faltado y por qué. No, ya no hay dolor.

Escribo otra vez, escribo sobre lo que quiero y ese post no representa una declaración de amor, ese post representa una autodeclaración de libertad, por fin libre de mis propias cadenas, de mis heridas, de mis equivocaciones. Con el corazón listo nuevamente porque ahora sí se distinguir, ya no hay desesperación porque ahora sé que necesito una conexión en ambos sentidos, sino, no me sirve...ahora sí sé que quiero.

Y esa es parte de la historia de mi camino, obviamente hay muchísimo más que decir pero es parte de lo que ha tenido que recibir este blog.

Leo, me leo y veo a muchos de ustedes en ahí, con una palabra, con una mirada, con un minuto de atención, con un gesto que se agradece...y hasta en el mundo blogger, ahí hay más de algún consejo de esta extraña pero satisfactoria amistad. Gracias a todos por la compañía y ojo, que después que presione "Publicar", la historia seguirá, así, post habrá para rato...esto es sólo una parte de esta historia.

mayo 09, 2006

Santiago - Licanray - Curanipe

Viene de: Chacao- San Gregorio - Santiago

Llegué a Santiago, llegué a casa, lavé algo de ropa, me di una buena ducha, fui a visitar a mis abuelos, y al día siguiente partí con mi familia rumbo al sur ¡Otra vez!. Hace años no viajábamos todos juntos y eso se notó, el tiempo no pasa en vano y los que no han crecido para arriba, lo hemos hecho hacia los lados. Viajamos toda la noche y llegamos bastante acalambrados intentando acomodarnos en el asiento trasero, mi primo, mi hermano, la pequeña (que ya no es tan pequeña) y yo. Y así estaba nuevamente en el Salto del Laja, otra vez de noche.

Llegamos en la mañana a Licanray y no fue muy difícil encontrar una cabaña que arrendar. Estoy exhausta, poco a poco comienzo a sentir el cansancio del viaje a Chiloé. Los días parecen no querer acompañar pero eso hace el sur aún más hermoso. Almorzamos y decido recostarme y leer "Ángeles y Demonios". Suena el cel, es mi hermana, ha comenzado a llover y ella se baña en el lago, me está llamando para que vaya. "No, muchas gracias, aunque ni yo misma lo crea, esta vez paso" y es que realmente el cansancio del viaje me está pasando la cuenta y eso, ni la mujer del mar, o del lago en este caso, lo puede superar. Me alegro por ella, por mi papá, mi hermano y mi primo que también terminaron nadando bajo la lluvia, ¡Que exquisita sensación! Pero esta vez, yo paso.

Leo y leo y luego, duermo y duermo, así pasa mi primer dia de vacaciones con mi familia, pero me entienden y me dan mi tiempo, mi espacio...así funciono yo, a veces, no se me puede presionar.

Segundo día, la lluvia comienza a parar y todo adquiere un tono especial.

Salimos a recorrer, a jugar a orillas del río.


Salimos a respirar, a conocer...a reconocer...los mismo lugares en que estuvimos años atrás.
Tercer día y ya la lluvia se aleja definitivamente.
Vamos rumbo a Pucón, rumbo a Caburga y también rumbo a la parcela, a nuestra parcela, esa que en familia adquirimos hace ya varios años, esa que aún no hemos podido disfrutar, esa que espera alojarnos el próximo verano.


Luego a pasar la tarde en Lago Caburga, pasear de noche por Pucón y por último, vistar Villarrica. ¡Que rico es volver a estos lugares!

Llamo a la Chikis y le digo que me voy a Curanipe, que me espere.

Cuarto día, son pasada las 8 de la mañana y mi papá me encuentra en pie "¿Y tú? Ya te bañaste...y estás tomando desayuno...¿Vas a viajar?". " No sé, espero, si puedo,sí... pretendo ir a ver bus como a las 10. Voy a terminar de hacer mi mochila". Me encanta mi familia, me apoya aún en mis locuras, agarro mochila y papá me acompaña a ver pasajes.

"Buenos días, una consulta, ¿Uds. tienen pasajes a Cauquenes?". "Mmmm...a dónde? No se donde queda eso". Recórcholis, esto no será tan fácil "¿Y a Parral? ¿San Javier?¿Talca?¿Chillán?...¿En Temuco encontraré a Cauquenes?" Pobrecita, entró al sistema e intentó con todas las posibles combinaciones, por fin me decido a viajar hasta Temuco y ahí tentar a la suerte. Otra vez a la aventura. Esta vez estoy sola, no está la Flaca, ni la Chikis, ni Alexis, ni nadie conmigo, ahora viajo sola, y aunque no lo crean, eso me pone nerviosa, se me apreta el estómago, me dan nervios, sí, porque una cosa es tomar un bus y bajar en destino y otra muy distinta es irse a la suerte, haciendo transbordos sin tener muy claro dónde, con el reloj en contra, porque obvio, no me podía dar la noche sola en la carretera. Pero ahí me fui, a Temuco, rogando encontrar algo, o sino, obligada a devolverme a Villarrica, así, como con la cola entre las piernas. No, había que intentarlo, aunque se apretara el estómago, si dije que voy, es porque voy.

Tomo un bus y me deja en Villarrica, hago transbordo en la misma línea y ya estoy en Temuco. ¡Maldición! este terminal no me sirve ¿Dónde hay otro? Pregunto al guardia y debo caminar 5 cuadras para tomar la micro que me deja en el terminal que esta a la salida de la ciudad. Menos mal que ya no cargo las varillas de la carpa, ahora la mochila pesa menos. Aquí sí. ¡Cresta! ¿Qué ventanilla me sirve? Ni siquiera sé donde voy, no hay buses a Cauquenes y debo decidir que escala usaré. Hago consultas y alguien me ofrece mil posibles destinos. Por fin, una ventanilla dice ´San Carlos-Parral´, esa me sirve ¡Está cerrada! Saco la cuenta y sé que a más tardar debo salir a las 14.30 hrs para llegar de día a Curanipe. ¡Maldicion! La ventanilla dice que hay salida a las 15.00 hrs y luego a las 18.00. Alguien viene, va a abrir, una señora se acerca y pregunta por pasaje a Parral a las 15.00 hrs. "No queda nada" responde el caballero "¿Y usted que necesita?". Me quedé estática "Lo mismo que ella". Él entra a la caseta, abre la ventanilla y acomoda algunas cosas. Por algún motivo no me he ido, ni yo sé por qué. "Por si acaso, para saber ¿Cuánto sale el pasaje a Parral?" encuentro estúpida mi pregunta, no hay pasaje, no tiene sentido. "$5 000" me contesta y hace un gesto que no entiendo. No me muevo. La señora se va y él me llama "¿Quieres ir a Parral? me queda un asiento pero es el último, si quieres te lo vendo". "No importa cual sea, lo compro" No entiendo nada, me vende el pasaje y la señora se da cuenta, regresa a reclamar y yo desaparezco, guardo el pasaje como el tesoro más preciado. Espero más de una hora y me preocupa la posibilidada de quedar tirada de noche.

¡Por fin! Rumbo a Parral, parte el bus y suena el cel, es Alexis, quiere saber dónde ando "Me voy a Curanipe, ahora viajo a Parral y ahí tomo otra cosa". "Vieja, ¿Y tú sabes si hay buses a Curanipe a la hora que vas a llegar?". Ahora sí me preocupo, Alexis me asusta, se ríe de mí y luego me ofrece llamar a una de sus amigas para que me aloje si quedo tirada en Parral. ¡Salvación! Estoy más tranquila pero he decidido llegar a "Cura" sí o sí.

Llego a Parral, bajo del bus y una señora grita "¡Cauquenes, Pelluhue Curanipe!". "¿A que hora sale?"."Ahora, es el que está allí". "Ok, deme un pasaje". Es una micro pequeña, sube y sube gente y buscan asientos inexistentes. Se arma la trifulca y llega el chofer. "El bus tuvo un problema, aquí se va sólo la gente que ya compró pasaje" Agradezco a todos los santos de mi tía Cristina por haber comprado mi pasaje 5 minutos antes que se diera el aviso. La gente reclama, a mí no me importa, me da lo mismo en qué viajo, sólo quiero llegar.

Voy sentada, se me apreta el estómago otra vez pero ya casi estoy allá, miro la carretera y reconozco estas tierras, sí, cómo confundirlas, claramente estoy en el camino entre Parral y Cauquenes, reconozco el camino, reconozco esos colores, esos olores, reconozco esa puesta de sol. ¡Cresta! Otra vez...ya no llegué de día. Llamo a la Chikis y le aviso que voy en camino.

El bus para en Cauquenes, debo bajar para hacer la guardia a mi mochila que viene en el maletero. El Chofer lo dejó abierto y se mandó a cambiar como 20 minutos, ya una vez desapareció mi bolso, no me vuelve a ocurrir. Aparece el chofer y partimos otra vez. Llamo y llamo y nadie responde su teléfono, mando mensajes. Por fin, Caco contesta, estan en Chanco, partido de baby, que me baje allá. No, la micro no pasa a Chanco "Nos vemos en Cura".

No queda nadie en la micro, soy la última pasajera pero ya estoy acá. Es de noche y por fin llego a Curanipe, la Chikis me está esperando. Ya no tengo el estómago apretado, llamó a mi familia y les avisó que llegué a destino.

Otra vez en Curanipe...en nuestro querido Curanipe...en nuestro mágico Curanipe. Estaré sólo un fin de semana pero mi verano no podía terminar si no pasaba por ese amado Curanipe, si no bailaba una noche en Costa Madero y si no pasaba otra con guitarreo junto a la fogata en la playa...No podía terminar si no veía a mis amiguis de Curanipe.

Continúa...

mayo 04, 2006

Chacao-San Gregorio-Santiago

Viene de Cucao - Chacao.

Hora de partir. Nos vamos de Chiloé. Desarmamos la carpa, agarramos nuestras mochilas y partimos. Ya comeremos algo en el camino. Caminamos hasta los transboradores. Entrar caminando cuesta $1500 por persona; sin embargo, si entras en vehículo sólo se cancela por él, no importa si arriba va una persona o diez. ¡Obvio! A hacer dedo. Estuvimos cerca de dos hora intentando que alguien nos llevara, con la Flaca ya estabamos agotadas por el viaje, en cambio la Chikis con su renovación de espíritu saltaba y bailaba a la orilla de la carretera "Mmmm Voy a sacarle brillo a mi dedo así los encandilo para que nos paren" Con la Flaca nos miramos y estallamos en una carcajada, porque además de lo graciosa que se veía sacando brillo a su dedo fue la misma frase que usó nuestra vieja amiga Paz cuando la iniciamos en este arte de hacer dedo. Y ahí estaba la Chikis, salta que salta, baila que baila y nosotras echadas sobre nuestras mochilas. Pasan vendiendo empanadas y el hambre ya comienza a aparacer, nos compramos dos cada uno: una de queso y otra exquisita de mariscos. "La señora del negocio las hace más grande y son más ricas", "Pero el negocio está muy lejos de aquí". Fran se ofrece a ir y ¡La Chikis decide a acompañarlo! ¿Quéee? ¡La Chika pajera que todo le da lata se ofrece a ir a comprar! Esto ya es demasiado para mí jajajaa. Llegan las deliciosas empanadas y con ellas terminamos nuestro almuerzo del día.

La fila de automóviles y camiones que esperan para subir al transbordador comienza a crecer y la Chikis con su entusiamo va a pedir que nos lleven "Caballero ¿Ud. nos podría cruzar? Por fis, por fis" Y ahí nos subimos las dos mientras la Flaca y Fran seguían esperando.



El caballero que nos llevó un 7, aprendimos mucho con él, sobre el puente que se construye entre Chiloé y el continente, sobre la situación laboral de los camioneros, sobre las Empresas de Salmones, sobre su familia y sobre mil temas más. Estamos en medio de la conversa y suena mi cel "Ale, ya nos subimos, nos lleva un caballero que va hasta Santiago, a Uds. ¿Dónde las dejan?". "Flaca, ¡Que suerte! a nosotras nos dejan en Puerto Montt y ahí seguimos, te llamo cuando cambiemos de transporte" Sigue la conversa y suena el celu otra vez "Ale, el caballero dice que las dejen en el semáforo de la Mutual, las pasamos a buscar y nos lleva a todos hasta San Gregorio" ¡Que Bien! ¡De Chiloé hasta San Gregorio de una! Valió la pena las dos horas de espera.

Y así conocimos a Don Humberto, nuestro ángel aquel día, amarramos las mochilas a la carga y mientras Fran hacía las veces de pioneta, las 3 niñas nos acomodábamos con no poca dificultad en la litera.

Don Humberto nos cuenta sobre su vida, sobre como llega a ser camionero, sobre lo mucho que le gusta su trabajo, sobre sus viajes, sus anécdotas, sus momentos difíciles, paramos en una servicentro y nos ofece su tarjeta para bañarnos gratuitamente "No, muchas gracias, es que somos 4 y tardaríamos horas en sacarnos toda la mugre acumulada" y es que había que ser concientes, nunca tan patudos. Don Humberto entra a darse su baño y nosotros esperamos en el servicentro. Llega como renovado por la ducha y seguimos nuestro camino. Él pasa la mayor parte de su día arriba del camión así que ha sabido implementarlo para hacer más cómodo su viaje para lo cual, entre otras cosas, ya cuenta con un pequeño televisor. Al cabo de un rato se detiene nuevamente en una de sus picás de camionero para almorzar, nos deja esperando en el camión y sorprende su confianza: deja llaves, celular y la plata destinada al peaje que no es poca considerando que entre Puerto Montt y Santiago tiene que cancelar once de ellos. Don Humberto ya almorzó y vuelve con 3 tortillas de rescoldo "Para que después no digan que los antendí mal" Nuestros rostros brillan de emoción, a esa hora de las empanadas del almuerzo sólo quedaba un lejano recuerdo y sabíamos que no volveríamos a comer hasta llegar a San Gregorio en unas 10 horas más por lo menos.

El viaje continúa, yo duermo y duermo, aunque mis acompañantes ya no me miran con buenos ojos por ello, lo siento, de verdad no lo puedo evitar. Las horas pasan y ya vamos cerca de Temuco. "¿Han probado los pollitos de Gorbea?". "No, ¿Por qué?". Y salimos de la carretera y entramos a Gorbea, el camión se detiene y comienzo a despertar "¿Que pasa? ¿Dónde estamos?"."Yapo Ale, para de dormir si tienes que conversarle al chofer, estamos en Gorbea, Don Humberto vino a comprar pollo a las brasas". "¿Queee? Nooo, me están mintiendo, ¿En serio? ¿Y por qué? ¿Así por la buena onda no más? Ohhh...se pasó". Y ahí aparace otra vez Don Humberto, con el Pollito a las Brazas y una bebida. "Listo, vamos a seguir y donde agarremos señal paramos a comer para ver "Gatas y Tuercas", y es que Don Humberto se ve tooodas las novelas, claro, siempre que encuentre señal para ello.

Nos comemos el pollito y nos actualizamos en los sucesos de la teleserie, Don Humberto nos pone al corriente de lo que ha pasado en las dos semanas de ausencia. Termina el capítulo y partimos otra vez. Más horas de viaje y ya pasamos Los Ángeles. "¿Falta mucho para el Salto del Laja?". "Pero ya no se vé el Salto como antes, cuando estaba al costado de la carretera, ahora hay un by pass y hay que desviarse para ir". Las caras de decepción, sobre todo de Fran y mía fueron más que notorias. Seguimos el viaje y de pronto Don Humberto sale del camino, son poco más de las 23.00 hrs. y estaciona el camión a unos metros del Salto "Ya, vayan a mirar, se sacan sus fotos y mientras yo los espero aquí fumandome un puchito. ¡Hasta de tour se fueron!".

Continúa el viaje y por fin llegamos a San Gregorio, han sido 14 horas junto a Don Humberto y una vez que llegamos al kilómetro 355 de la Ruta 5 Sur es inevitable sentir la emoción de la despedida.

En la entrada nos encontramos con los personajes de siempre, hay bailable en el gimnasio pero estamos muy cansados para fiestas de pueblo. Le avisamos a Alexis que ya llegamos pero él anda en Parral carretiando con sus primos. Por fin estamos en casa...en casa de la Dany claro, pero es como estar en casa. Son cerca de las 3 de la mañana y la Flaca no trae la llave del candado. Alexis tiene que venir en nuestro auxilio, trae herrmientas, comida y compramos un "32" donde la Tía Lety (una garrafa con 3 litros de vino y 2 de bebida para quien aun no sepa). Rompemos la cerradura, comemos algo, bajamos unos ladrillos y a descansar.

A la mañana siguiente la Chikis viaja a Curanipe, exactamente con una semana de retraso y todo porque su papá estaba de cumpleaños o sino sigue con nosotros. Por nuestra parte, preparamos el asadito de despedida y tuvimos otra de nuestras queridas tardes bajo el parrón. En realidad, tuvimos tarde y luego noche ahí mismo porque el "ahijado" tiene hartos ladrillos para abastecernos. Juegos de naipe...sí de aquellos juegos de naipe y nos fuimos a dormir como bebés.

Amanece y es hora de partir, rápidamente...o tan rápido como nos es posible en ese momento, arreglamos nuestras cosas por última vez, intentamos cerrar la casa como se pueda después de la agresiva entrada y Alexis junto a su primo, que por cierto ya no recuerdo como se llama, pasan a buscarnos para viajar a Santiago.

Las últimas horas de viaje y llegamos a casa, sí, ahora calabaza, calabaza, cada uno para su casa.

Yo, a reunirme con mi familia, lavar un poquito de ropa y al día siguiente partir rumbo a Licanray...¡Otra vez a Tierras sureñas!

Y Lo mejor es que el viaje Chiloé - Santiago nos salió costo $0.

Continúa...

Te Quiero...

Te quiero, sí, te quiero y aún no se si de cariño pero te quiero porque te quiero conmigo, te quiero aquí, te quiero mirándome, te quiero abrazándome, te quiero con tus palabras dichas sólo a mí, te quiero con tu atención para mí, te quiero con tus sentidos puestos en mí, te quiero con tu corazón para mí, así te quiero, así te quiero hoy pero ¿Por qué? ¿Para qué? Te quiero para comenzar a quererte, te quiero para escuchar tu voz, te quiero para oír tu alma, tu corazón, te quiero para cuidarte, para mimarte, para abrazarte. Te quiero para descubrir cosas juntos, te quiero para descubrir el mundo, te quiero para descubrir el amor. Te quiero para discutir, te quiero para amar, te quiero para soñar, te quiero para caminar lado a lado.

Te quiero porque el día que te conocí te vi brillar, en la oscuridad de la noche una extraña luz irradiaba tu cuerpo, tu sonrisa. Te quiero porque ese día mi pecho se apretó y una extraña emoción me colmó. Te quiero porque en ese momento me costó respirar, te quiero porque mis piernas temblaron sin razón. Te quiero porque después te conocí y la luz se transformó en una extraña comodidad estando a tu lado, te quiero porque soy una loca. Te quiero porque quiero darte mi locura.

Te quiero porque te vuelvo a ver y vuelves a brillar. Te quiero porque cuando dudo me abrazas con fuerza, te quiero porque pones razón.

Te quiero…

Te quiero... sólo porque te quiero.