El Viaje al Sur
Ayer tuvimos la última reunión de nuestra salida...Y adivinen qué...otra vez no pudimos acordar cómo viajaríamos jajaja. Aunque la verdad, esta fue la reunión más productiva de las 3, ¿Será porque tomamos juguito no más?.
Nos juntamos en casa de la Flaca, allá llegó Fran y Alexis, la Chikis no pudo ir porque hoy viaja a Curanipe y la tía le pidió que la acompañara a hacer las últimas compras antes de partir.
Debo reconocer que la Chikis me tiene bastante sorprendida, todo este tiempo he esperado que se arrepienta de viajar pero no, ella parece seguir decidida a ir, a pesar de que ni su familia le tiene fe y creen que se devolverá al segundo día, supongo que ya debe ser un desafío personal, y es que la Chikis no es alguien muy adepta a acampar, es algo pesimista y bastante miedosa. Cómo no recordar sus comentarios como aquella noche de disco que salíamos de Costa Madero y Soda conseguía que nos llevaran a todos a Curanipe en el camión del equipo de sonido. Ahí estaba ella, negándose a subir “Nooo ¡Tengo claustrofobia! nos vamos a ahogar. En serio, hay gente que a muerto así”. Nos costó, pero la subimos igual. Obviamente nadie murió, el camión era amplio y el camino no era de más de 15 minutos, aún no sé quién ha muerto así, he visto gente viajar muchos kilómetros de esa manera y las muertes pueden ser por lo inseguro del mecanismo de transporte pero no por asfixia. O cuando la Brujita comienza a molestarla haciendo alusión a sus exagerados temores “¿Y si me pica una Jaiva?” dice con tono sarcástico y ambas nos reímos de nuestra pequeña y temerosa amigui. De todas maneras ya me ha comentado las precauciones que debemos tomar “Si el bote que cruza el lago no tiene chaleco salvavidas, no me subo, se lo tuve que prometer a mi mamá”, “Mi tía dice que no vayamos al baño solas”, “Lo siento pero yo voy a echar Tanax todos los días dentro de la carpa”, “Ale, pregunta cuál es el camping más seguro por favor”. O sea, de mochilear, ni hablar.
Al final, ella parte a Curanipe con su familia en este mismo instante y el lunes nos reuniremos en Puerto Montt, obvio que se va en bus hasta allá, sólo espero que no se arrepienta a última hora porque a estas alturas ya le tengo bastante fe. Es su primera salida a la aventura y parece que yo estoy más emocionada que ella, sé que le va a gustar, Chiloé es precioso. Por nuestra parte, los cuatro restantes, sólo pudimos acordar estar a las 6 de la mañana del día domingo en el terminal y negociar el pasaje más barato a Puerto Montt, o bien, el destino más austral por una módica suma fija, así que dejamos un buen porcentaje a la suerte y el destino.
Ayer la selección de comida fue otra función. “Pero pregúntenle a los niños qué es lo que quieren, son unas dictadoras” sentenciaba la tía Iris, mamá de la Flaca, mientras nosotras elaborábamos el menú diario. “Cuando yo salgo le pregunto a todos que quieren comer, no decido sola”. “No se trata de lo que quieran, se trata de lo que hay no más. No hay plata” respondía la Flaca. “Además, qué ibamos a comer lo decidimos en la primera reunión ahora sólo estamos definiendo las cantidades” acotaba yo. “Sí pero no se vale porque ese día el Fran y yo ya llevábamos 2 terremotos antes y así no podíamos decidir” intentaba de justificarse Alexis.
“Compremos salmón allá”. “No hay plata” respondía la Flaca. “Compremos...compremos...compremos”...”No hay plata...no hay plata...no hay plata”. “¿Cómo tanta pobreza?” nos recriminaba la Tía. “Así es no más” respondía ella mientras yo intentaba no reírme al ver las caras de Alexis y Fran que se deben haber imaginado incluyendo gusanos y lombrices a su dieta diaria. Claro que el asunto cambió cuando llegamos al día que estaríamos en Villarrica. “Y ahí hacemos rafting” dijo la Flaca “Es que no importa cuanto salga, yo hago rafting sí o sí” jajaja y así se le olvidó todo voto de pobreza, bueno y también cuando hablamos del curanto. Eso me gusta de mi amiga, tiene sus prioridades bien definidas lo mejor es que son las mismas que las mías jajaja.
El último show fue cuando con la Flaca armamos la carpa. “¡Quieres ir a ver las ollas que tengo?”, “Ya, y aprovechamos de comprar un mochila por internet”. “Ya niños, ustedes desarman la carpa porque nosotras la armamos”. Un desastre, ninguno de los dos sabía cómo hacerlo y ahí estábamos nosotras, sentadas con ataque de risa. “Pero niñas, háganlo ustedes una vez para aprender”. “No, no importa que se equivoquen pero tiene que hacerlo ustedes, mejor que les cueste ahora a que no puedan hacerlo allá”. “Es verdad, además la primera vez que yo arme mi carpa lo hice sola y sin saber, era más grande que esta y si yo pude, ustedes pueden”. Después de un par de intentos lograron guardarla exitosamente “Vieron que podían, lo hicieron muy bien” y sirvió para que nos riéramos un buen rato.
Al final, con ya casi todo resuelto sólo nos queda esperar con ansias el día domingo mientras arreglamos un par de cosas pendientes. Por mi parte, aún no completo el presupuesto pero me tengo fe...querer es poder, o sino, obligada a incluir gusanos y lombrices en mi dieta.
La ruta comprende Puerto Montt, Castro, Dalcahue, Chonchi, Cucao y luego Dios dirá, donde nuestros pies nos lleven, ojalá no sea a Santiago muy pronto.
Ya me bajaron las ansias de viajar, voy a renovarme, a reinventarme, a recuperar las fuerzas que necesito para seguir caminando. He tomado decisiones y ahora necesito firmeza y convicción.
Me voy para despejarme, para volver a respirar...para sentir nuevamente el viento frío en mi nariz.
Me voy para volver a maravillarme con las cosas más simples de la vida.
Y empieza la historia
Nos juntamos en casa de la Flaca, allá llegó Fran y Alexis, la Chikis no pudo ir porque hoy viaja a Curanipe y la tía le pidió que la acompañara a hacer las últimas compras antes de partir.
Debo reconocer que la Chikis me tiene bastante sorprendida, todo este tiempo he esperado que se arrepienta de viajar pero no, ella parece seguir decidida a ir, a pesar de que ni su familia le tiene fe y creen que se devolverá al segundo día, supongo que ya debe ser un desafío personal, y es que la Chikis no es alguien muy adepta a acampar, es algo pesimista y bastante miedosa. Cómo no recordar sus comentarios como aquella noche de disco que salíamos de Costa Madero y Soda conseguía que nos llevaran a todos a Curanipe en el camión del equipo de sonido. Ahí estaba ella, negándose a subir “Nooo ¡Tengo claustrofobia! nos vamos a ahogar. En serio, hay gente que a muerto así”. Nos costó, pero la subimos igual. Obviamente nadie murió, el camión era amplio y el camino no era de más de 15 minutos, aún no sé quién ha muerto así, he visto gente viajar muchos kilómetros de esa manera y las muertes pueden ser por lo inseguro del mecanismo de transporte pero no por asfixia. O cuando la Brujita comienza a molestarla haciendo alusión a sus exagerados temores “¿Y si me pica una Jaiva?” dice con tono sarcástico y ambas nos reímos de nuestra pequeña y temerosa amigui. De todas maneras ya me ha comentado las precauciones que debemos tomar “Si el bote que cruza el lago no tiene chaleco salvavidas, no me subo, se lo tuve que prometer a mi mamá”, “Mi tía dice que no vayamos al baño solas”, “Lo siento pero yo voy a echar Tanax todos los días dentro de la carpa”, “Ale, pregunta cuál es el camping más seguro por favor”. O sea, de mochilear, ni hablar.
Al final, ella parte a Curanipe con su familia en este mismo instante y el lunes nos reuniremos en Puerto Montt, obvio que se va en bus hasta allá, sólo espero que no se arrepienta a última hora porque a estas alturas ya le tengo bastante fe. Es su primera salida a la aventura y parece que yo estoy más emocionada que ella, sé que le va a gustar, Chiloé es precioso. Por nuestra parte, los cuatro restantes, sólo pudimos acordar estar a las 6 de la mañana del día domingo en el terminal y negociar el pasaje más barato a Puerto Montt, o bien, el destino más austral por una módica suma fija, así que dejamos un buen porcentaje a la suerte y el destino.
Ayer la selección de comida fue otra función. “Pero pregúntenle a los niños qué es lo que quieren, son unas dictadoras” sentenciaba la tía Iris, mamá de la Flaca, mientras nosotras elaborábamos el menú diario. “Cuando yo salgo le pregunto a todos que quieren comer, no decido sola”. “No se trata de lo que quieran, se trata de lo que hay no más. No hay plata” respondía la Flaca. “Además, qué ibamos a comer lo decidimos en la primera reunión ahora sólo estamos definiendo las cantidades” acotaba yo. “Sí pero no se vale porque ese día el Fran y yo ya llevábamos 2 terremotos antes y así no podíamos decidir” intentaba de justificarse Alexis.
“Compremos salmón allá”. “No hay plata” respondía la Flaca. “Compremos...compremos...compremos”...”No hay plata...no hay plata...no hay plata”. “¿Cómo tanta pobreza?” nos recriminaba la Tía. “Así es no más” respondía ella mientras yo intentaba no reírme al ver las caras de Alexis y Fran que se deben haber imaginado incluyendo gusanos y lombrices a su dieta diaria. Claro que el asunto cambió cuando llegamos al día que estaríamos en Villarrica. “Y ahí hacemos rafting” dijo la Flaca “Es que no importa cuanto salga, yo hago rafting sí o sí” jajaja y así se le olvidó todo voto de pobreza, bueno y también cuando hablamos del curanto. Eso me gusta de mi amiga, tiene sus prioridades bien definidas lo mejor es que son las mismas que las mías jajaja.
El último show fue cuando con la Flaca armamos la carpa. “¡Quieres ir a ver las ollas que tengo?”, “Ya, y aprovechamos de comprar un mochila por internet”. “Ya niños, ustedes desarman la carpa porque nosotras la armamos”. Un desastre, ninguno de los dos sabía cómo hacerlo y ahí estábamos nosotras, sentadas con ataque de risa. “Pero niñas, háganlo ustedes una vez para aprender”. “No, no importa que se equivoquen pero tiene que hacerlo ustedes, mejor que les cueste ahora a que no puedan hacerlo allá”. “Es verdad, además la primera vez que yo arme mi carpa lo hice sola y sin saber, era más grande que esta y si yo pude, ustedes pueden”. Después de un par de intentos lograron guardarla exitosamente “Vieron que podían, lo hicieron muy bien” y sirvió para que nos riéramos un buen rato.
Al final, con ya casi todo resuelto sólo nos queda esperar con ansias el día domingo mientras arreglamos un par de cosas pendientes. Por mi parte, aún no completo el presupuesto pero me tengo fe...querer es poder, o sino, obligada a incluir gusanos y lombrices en mi dieta.
La ruta comprende Puerto Montt, Castro, Dalcahue, Chonchi, Cucao y luego Dios dirá, donde nuestros pies nos lleven, ojalá no sea a Santiago muy pronto.
Ya me bajaron las ansias de viajar, voy a renovarme, a reinventarme, a recuperar las fuerzas que necesito para seguir caminando. He tomado decisiones y ahora necesito firmeza y convicción.
Me voy para despejarme, para volver a respirar...para sentir nuevamente el viento frío en mi nariz.
Me voy para volver a maravillarme con las cosas más simples de la vida.
Y empieza la historia
4 La Conversación
¡¡ Queeee..... sana envidia !! :D
Que te vaya muy bien por esos lados, saca hartas fotos (siiii, para conocer :P), ten cuidado con los duendes en la noche, encomiendate a una de las estrellas y siempre ríndele el honor debido cada noche... jijiji
Me calló re bien la Chikis... Suerte, ese tipo de renovación es la mejor... llévame contigo!! jajaja
Chausito
Anda a Oncol por Curiñanco ,en Valdivia es espectacular.
Hola, disculpa la intromision, me gusto tu post en Jose luis contreras y por eso visito tu blog, me rei mucho con este relato, pa que mas espontanea, como que quede con las ganas de saber del viaje...
Saludos.
el lugar es magico, pero va mucho flaite
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