enero 21, 2006

Pequeños gestos

Hoy pasó algo extraño...reconfortante.

Las cosas han estado raras, un poco mal. Mi batalla interna está confusa, gris; a veces más blanco y otras un tanto más negra, pero gris.

Las cosas no resultan y las que resultan lo hacen al revés. Dudas, equivocaciones, nostalgias a mil, incertidumbre...

Ayer mi día terminó así, difuso y aún cansada por la resaca del día anterior. Llegué a las dos de la mañana, me quedé un rato frente al computador y luego me fui a dormir, no por el cansancio ni por el sueño, sino porque no había nada más que hacer y no tenía ganas de pensar.

Esta mañana mis padres salieron temprano, se fueron a la playa por el día, a pasear a mi abuelo. El auto estaba completo, por eso me quedé.

Mamá subió a mi pieza a buscar el cinturón que le había sacado hace dos días, así, más dormida que despierta lo encontré “Ya nos vamos” me dijo, “Ok, que les vaya bien, saludos por allá” respondí mientras entraba en la cama otra vez, siempre con mis ojos cerrados. “Pero despídete” y me besó, en ese momento sonreí porque madre es madre y cuando estás así de perdida en ti misma un inesperado beso maternal mejora un poco las cosas. Volví a dormir y al rato sentí subir a mi papá. “Nos vamos” y besó mi frente. ¡Guau! Demasiado para una mañana aún dormida. Me descubrí sonriendo nuevamente, me arropé y volví a dormir, más tranquila y reconfortada porque en esos minutos somnolientos y a mis ya 26 años, volví a ser la pequeña que se sentía más segura en brazos de mis padres.

Las cosas no se solucionan, sé que todo depende de mí, pero recibir esos gestos de cariño y compañía es alentador, sobre todo cuando lo que esperaba eran sus rostros serios y sombríos porque sé que desaprueban que la noche anterior me demorara un par de horas más de lo previsto bebiendo con mis amigos, que me demorara una ronda más de “terremotos”, que por la hora no haya encontrado micro a casa y tuviese que llamarlos para decirles que me quedaba donde la Flaca. Que más encima, anoche saliera nuevamente y me fuera al Aniversario de Calera de Tango, claro que íbamos a ver un par de espectáculos y no a reunirnos para más rondas de alcohol, pero eso no lo sabían. A estas alturas no son cosas que puedan impedir, pero sé que no lo aprueban.

Bueno, creo que hoy si me quedaré en casa, aún cuando la Flaca y Alexis ya han llamado porque hay cuatro entradas más para la segunda noche del Aniversario de Calera de Tango, pero estoy algo cansada y creo que hoy prefiero quedarme en casa, con mis papás.


Y al final: Les dije a mis amigos que si querían pasaran a mi casa después del Festival en Calera pero que definitivamente me quedaría, ellos decidieron no ir y cerca de las 23.00 horas ya estaban aquí, nos quedamos toda la noche planeando nuestras vacaciones: que cuando nos vamos, que si hacemos Castro directo o Santiago-Temuco y luego Temuco-Pto. Montt, que si mejor pasamos a San Carlos primero, que si viajamos en bus, o tren o a la cordialidad de los "tíos camioneros", en fin, nos dieron las 7 de la mañana hablando de viajes, de la vida, de los sueños.

Por cierto, y de mis papás...nada, llegaron agotados de su día en la costa y se acostaron de inmediato, pero no importa porque estaban aquí...y yo también

5 La Conversación

Blogger ·º·DarkAngel·º· dijo...

Siii!!
Qué rico cuando uno deja de ser la joven estudiante, responsable y madura (jajaja) y vuelve a ser la niña regalona de la casa ...

Cuidate de tanto alcohol y suerte con tus cosas, cariños

Adiosin

1/22/2006 12:18 a.m.  
Blogger Päblo dijo...

Oh, aun soy inmaduro y no estoy dispuesto a cambiar eso xD
En fin... esos gestos arreglan el dia xD
Cuidate
Szia

1/22/2006 8:17 p.m.  
Blogger Claudia Pérez dijo...

era agradable sentirse completamente proteguida por los padres y además ni pensar más que en jugar! :)

Pero bueno, cada cosa tiene su parte positiva!!
Saludos

1/23/2006 7:25 p.m.  
Blogger DINOBAT dijo...

La vida es viaje no destino, hay caminos y veredas, es solo encontrar la nuestra y echar a andar....

1/23/2006 10:24 p.m.  
Blogger Eve Mendoza dijo...

A veces dan ganas de retrocer el tiempo y ser niña otra vez. Cuando solo bastaba que la mamá se quedara un rato más en la pieza hasta que nos quedábamos dormidas.

Dan esas ganas sobre todo cuando uno anda medio perdida, cuando la vida se pone medio ambigua, cuando el camino se hace más largo o se acorta antes de tiempo.

Por eso, mi querida Ale, hay que viajar. Es lo mejor que uno puede hacer. El aire y el nuevo paisaje aclaran las ideas y te refrescan las sonrisas...Mínimo!!!

Que rico planear viajes con los amigos...

Manda fruta y alguna postal.

¿bueno?

1/27/2006 4:35 p.m.  

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