mayo 18, 2008

I. Santiago - Panamá - La Habana.

Jueves 3 de abril.

El avión despega del Aeropuerto Arturo Merino Benítez a las 3.57 a.m.

El día miércoles 2 ha sido un día agitado, hacer maletas, cambiar euros, terminar pegas.

Un par de horas antes de salir de casa vino la Chikis con su familia. Tienen una tía Cubana a la cual jamás han visto pero con la que desde siempre se comunican a través de cartas y llamadas telefónicas. En nuestro viaje tenemos una nueva misión, encontrar a la Tía , saludarla de parte de su familia chilena y fotografiarnos con ella.

01. 00 am. Comienza el check in en el Aeropuerto y las niñas ya tienen un nuevo amigo.

-"¿Y ese quién es?"
- "Eduardo, viaja con nosotras hasta Panamá, desde ahí se va a Colombia a ver a su novia colombiana"

Y ahí nos fuimos con el nuevo amigo, penquista, radicado en Santiago y con trabajo en Chuqui. Paseo por dutty free, prueba de muchísimos perfumes. ¡Llamada de la Vero!. El libro de Cortázar que quise cambiar por El Mercurio (que por cierto no resultó). ¡La hora que pasa tan lento!

Nuestro vuelo el 438 de Copa Airlines, Santiago-Panamá-La Haban, casi 10 horas de viaje y la Familia Grandón ocupando la mitad del avión.

¿Saben qué es lo peor de viajar tantas horas en la clase económica? Quedar en el asiento del centro... ¡¡Pero qué dolor de cuello al pasar la noche ahí!! y para mí que definitivamente soy una viajera tipo ventana es un verdadero suplicio.

En fin después de 6 horas, de una buena ración de comida, de ver "Encantada", de dormir con el cuello torcido y de oír mucho pero mucho jazz por fin estamos en Panamá donde realizamos el cambio de avión. Más vitrineos por el Dutty free, comparaciones de precios y a abordar nuevamente el avión, ahora directo a La Habana donde por fin arribamos a las 14.00 horas del día jueves 3, en una Isla geomorfológicamente casi sin relieve, con clima saturado a una humedad que parecieras poder agarrar con las manos y en una tarde maravillosamente soleada con pequeñas nubes aisladas que daban un toque de encanto a ese cielo azul.

Debo decir que lo primero que me llamó la atención en La Habana son los uniformes... Todo es uniformado, ya no sabía si la gente era personal del aeropuerto, policia internacional, policia nacional, policia aduanera, policia maletera, policia especializada en algo o policia especializada en nada... ¡¡Todo es una sensación de uniforme militar!!

Una vez que pasas por aduana, toca que el uniformado de turno compare nuestros dulces rostros con la foto de pasaporte, sin emitir abolutamente ningún comentario ... y sin esbozar sonrisa alguna. Esos segundos son eternos y no se puede evitar el pensar "No me reconocerá...¿Cómo era la expresión que tengo en la foto?...¿Y si no me parezco? Ay..¡¡Me mandará de vuelta a Chilito en este instante!!"

El tipo mira la foto, me mira a mí, me mira a mí, mira la foto nuevamente....
- Mmmm...ya pue...Y??... Me parezco o no?? (con levantada de cejas incluida)

Mirada seria, anotaciones y la pregunta: ¿Viene sola?

- Noooo, somos tres!! la niña que pasó recien y la que esta ahí...esa..esa!...la ve??!! (Sonrisa amplia... Es que estoy tan emocionada de estar ahí!)

Mirada seria, anotación... ¡Esbozó una sonrisa!...
Ya puedo ingresar.

Después de una muy larga espera, retiramos nuestro equipaje, cambiamos los euros por CUC (Peso Cubano Convertible), subimos al transfer que nos está esperando y por fin, después de casi 10 horas de viaje, llegamos al Hotel.


Datos útiles:
- En Cuba no es conveniente llevar dólares americanos ya que el cambio a CUC tiene un castigo bastante considerable. La opción es llevar euros.
- Durante el periodo de nuestro viaje el cambio de 1 euro = 700 pesos chilenos aprox. = 1,39 CUC.
- En Cuba se manejan dos tipos de monedas:
Peso Cubano: utilizado por la población cubana y no disponible a los turistas.
CUC: peso cubano convertible, es el peso que manejan los turistas.
1 CUC = 24 Pesos cubanos aproximadamente.

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mayo 05, 2008

Y así se me va el ayer.

Ando cíclica.

Cada cierto tiempo me viene una sensación de no ser...o de estar siendo lo que no soy.
De no estar donde debiera.

Esa loca sensación de que la vida está en otra parte...
de ser de otro lugar.

Y son esos días en los que me siento sola porque la gente del día a día no acompaña, sino que solo verla acentúa la sensación de ser donde no soy...
y me siento siendo nada, me siento como en relleno.

Y ando compleja y enredada porque a diferencia de otras muchas veces, hoy...quizás
y sólo quizás, me de un tiempo para pensar si realmente soy o no de acá.

Y antes que termine este ciclo (que puede durar días, semanas o meses) quizás decida realmente ir a algún lugar.

Quizás por fin decida algo antes que hoy se transforme nuevamente en un ayer.

Hoy

Hoy es uno de esos días en que la cabeza gira, avanza, retrocede, piensa, crea, sueña, recuerda, olvida...

Hoy extraño a mi hermano.
Hoy quiero abrazarlo y tenerlo cerca.
Hoy sólo quiero verlo dormir en casa otra vez.

Hoy la extraño a ella. A mi pequeña.
Hoy duerme a mi lado.
Duerme a mi lado porque cedió su dormitorio a unos familiares que están de visita.
Ya no viene por temor, por soledad o sólo porque necesita un abrazo.

Ya de pequeña le queda poco.
Me enorgullece cómo ha crecido y la mujer en la que poco a poco se convierte. Sin embargo, hoy la extraño a ella.

Hoy extraño a la pequeña que solía meterse en mi cama, confundida. Con frío de invierno, esperando encontrar en la conversación de una noche las respuestas de toda una vida.
Cómo si yo hubiese tenido alguna vez éxito en encontrar alguna de ellas.

Hoy estoy cansada y me duelen los pies.
Hoy la elección de calcetas para el ascenso de esta mañana no fue la mejor y mucho me temo que las consecuencias las pagaré mañana camino al trabajo.

Hoy he decidido que este año lograré la cumbre que quedó pendiente hace unos meses.
Hoy he decidido que le ganaré a la mente, al frío, a la puna, al cansancio y al "no puedo".
Y por lo tanto, hoy he decidido por enésima vez comenzar el entrenamiento.

Hoy me duele la mirada triste que tenía mi abuelo esta tarde.
Hoy me duelen mis ausencias y mi poca entrega.

Hoy pienso que debo estudiar, que mañana es la prueba y que los apuntes están en algún lugar.
Hoy pienso en decibeles, en frecuencias, en decretos, en logaritmos, en dB (A) y en dB(B)...
Hoy pienso en el ballet. Pienso que mañana será mi última clase magister y que si Dios quiere, por fin podré volver a los ensayos normales.
¡Hoy pienso en el magister y recuerdo que ya debiese haber comenzado la bendita tesis!
.
Hoy extraño los adoquines de La Habana, extraño el mojito y el daiquiri.
Hoy extraño el calor húmedo, las arenas blancas, el mar color turquesa y la tormenta tropical.
Hoy estoy aquí, ahogada, sintiendo que no pertenezco a ningún lugar.
Hoy estoy aquí, queriendo conocer el mundo, queriendo llegar a algún lugar.
Hoy estoy planeando un nuevo viaje.
Hoy estoy sintiendo la necesidad de partir
y hoy no estoy segura de sentir la necesidad de volver.

Hoy tengo ganas de abrazar.
Hoy tengo ganas de ser sostenida.
Hoy tengo ganas de dejar de contener.

Hoy tengo ganas de viajar.
Hoy tengo ganas de volar.

Hoy tengo ganas de ser sin parecer.
Hoy tengo ganas de hablar sin pensar.
Hoy tengo ganas creer y de hacer.

Y así, mientras recuerdo, mientras pienso, mientras sueño.
Así, sin darme cuenta, se me fue el hoy.

Y así, en sólo un par de horas, el hoy ya es ayer.