noviembre 24, 2005

El primer JUEVES PIOLA

Es dia jueves y hoy "Costa Madero" tiene entrada liberada y tragos nacionales dos por uno.

Generalmente nuestras noches de domingo a miércoles pasan entre fogatas y algunas reuniones caseras; mientras que los viernes y sábado las noches de disco no se perdonan, pero es día jueves y las promociones de Costa Madero suenan atractivas para empezar a encender el fin de semana que se acerca "¿Vamos a Costa Madero? Es gratis y hay tragos dos por uno hasta la 1...Piola". "Ya, hagamos un jueves piola. Habrá poca gente y entre dos podemos comprar trago, bailamos un rato y después nos venimos.Ok". Así nace el JUEVES PIOLA.

La primera vez fuimos Team Peuño en pleno junto a nuestros amigos Caco, Coke, Gordo y la Lore. Llegamos y la pista está vacía, vamos al bar; personalmente me decido por un "Vodka Naranja" y ¡A bailar!. Al rato pasa la hora tope del "Dos por uno" pero el primer vodka ha sido suficiente para que ya no importe el precio del segundo. Estamos bailando en la pista. Poco a poco las distancias entre nosotros ya no son tan claras y entre giro y giro el recinto parece tardar en volver a su lugar. Para ser jueves está bastante entretenido. De pronto Sandra se me acerca y me hace un comentario al oído. Desaparezco mucho rato. Cuando vuelvo ya es hora de irnos y el equilibrio ya no es característica de ninguno. "Jany ¿Y tú donde estabas?". " En el baño". "Mentira, nosotras fuimos y tú no estabas". "Si estaba, es que estaba llorando escondida y levanté los pies para que no me vieran". "¿Quéee?" no pueden evitar reírse a pesar de que mis ojos comienzan a hincharse. "¿Y que te pasó?". "Es que la Sandra me dijo (eso no lo sabrán) y me dio peeeenaa ¡buaa!. Me siento mal" (Pucheros otra vez). En fin, ya pasó y ahora nos vamos al Camping, a estas alturas no podría precisar cómo supimos que el resto de Curanipe estaba ahí pero sé que para allá vamos.

Con un poco de esfuerzo salimos de la parte de atrás de la camioneta donde iba junto a Coke y la Maca y no sé cómo ni por qué todos nos separamos para llegar al Camping. Si consideramos que andabamos juntos y que íbamos al mismo lugar, en esto momentos que intento aclarar imágenes no entiendo por qué Maca y yo caminabamos por "la costanera" mientras que Claudia y Sandra se encontraban con los "Tíos Carabineros" por otro lado. "Uhhh, ¡Los pacos!. Hazte la sobria". "Buenas noches señorita". "Buenas tardes" contesta la Bruja mientras intenta mantener el equilibrio, aunque si hubiese dicho "Buenas noches" considerando la presencia de luna en vez de sol habría sido bastante más coherente.

"Jany, bájate los pantalones". "¡No quiero!" respondo entre pucheros."Jany ¡Bájate los pantalones!" No piensen mal, soy pequeña y suelo usar los pantalones un tanto largos por lo que los mojé en la parte baja y decidí arremangarlos para no embarrarlos. "Jany, vamos a llegar al camping y tú vas con los pantalones arriba". "¿Y que tiene?, están mojados ¿No entiendes? no quiero, no quiero, no quiero y no quiero". "Jany, están todos allá y no te ves bien con los pantalones así, todos te van a ver". "Mmmmmm....ok" y así de simple los pantalones vuelven a su lugar. Talla y figura hasta la sepultura. Con los años mis amigas ya conocen de "Psicología de Janis".

Llegamos a la fogata y definitivamente el equilibrio tampoco es característica del resto de mis amigos. Mi pena de esta noche no sale de mi cabeza y no logro conectarme con el resto. Me voy. Camino unos minutos y la soledad del lugar y el sonido de viento entre los árboles me infunden algo de temor. "¡Ay!, Jany ¿Por qué tan jugosa?" Saco mi celular y reviso el directorio para encontrar un salvador, en eso me doy cuenta que uno de mis amigos me ha seguido. "¿Que estás haciendo aquí?" me pregunta cuando se da cuenta de que noto su presencia. "¿Y tú?, ¿Qué haces acá? Bueno, no importa, está bien, ya me daba miedo el silencio. Es que tengo pena y me quería ir a Santiago, no quiero estar aquí, pero me equivoqué de dirección porque llegué a la playa". Obvio que debí imaginarlo. "90 grados" me diría mi amiga Maida "Jany sabemos que siempre te equivocas 90 grados. Si querías ir al norte era obvio que terminarías caminado hacia el oeste". "¿Y te ibas a ir caminando a Santiago?". "Sí, ¿por qué?. Noto lo ridículo de mi respuesta teniendo en cuenta que tendría que caminar cerca de 500 kilometros pero finjo no darle importancia. "¿Acompañame a la playa entonces? Ya no me quiero ir. Pero no me preguntes por qué estoy triste", creo que en ese momento asimilé que el camino sería largo y no tenía provisiones para tal peregrinación. "Bueno, vamos". Obviamente no respetó el acuerdo y me preguntó más de 10 veces el por qué de mi pena pero me no hay caso, estaba decidida a no decirlo. Al final terminamos comentando su vida sentimental y mi tristeza pasa a segundo plano para darle más de un consejo de esos que siempre sirven en el resto pero que nunca puedo seguir yo misma. "Es que yo creo que tienen que conversar, mira mañana en la disco la agarrai y le dices todo lo que piensas, si yo creo que ella también tiene cosas que hablar contigo, la comunicación es la base de todo, ¡hip!". Y así pasan las horas hasta que suena mi celular. "Jany ¿Dónde estás?, nos vamos a la casa". "Ok, nos encontramos en la entrada del camping". "¿Y con quién estabas?. "Con nadie" miento para evitar supuestos equívocos. Sé cómo piensan mi amigos, después le contaría los detalles las niñas. "Chika ¿Y tú donde estábas que no llegaste al camping". "En la casa de los Liños. Me hicieron un agüita porque me sentía muy mal". "Ahhh"

Y así termina nuestra noche de jueves piola, todas, sin excepción alguna, con la mirada perdida y con un deplorable y escaso equilibrio. La noche fue extraña. Por mi parte sólo puedo hacerme responsable de mi ausencia pero no fue la única. De esa aventura seguro hay más que contar, así como del resto de nuestros Jueves Piolas, porque si bien éste fue el primero no sería el único. De todas maneras, gracias a nuestros leales amigos que cuidaron de cada una de nosotras esa noche, aunque el tiempo haría que les devolviésemos la mano en más de una ocasión pero Para eso estamos ¿o no?.

noviembre 19, 2005

Y ahora qué queda... Y ahora qué sigue...

Cuando desarmaron el taller no pude evitar recordar tantos momentos vividos en ese lugar... a raíz de ese lugar. Me encontraba en la "pieza del fondo" y oía cómo sonaban las tablas que se acomodaban en el patio. Junto con eso comenzaron las imágenes de antaño, como almas que revivían fugazmente cada momento, no sé si para despedirse o para encontrar la manera de quedarse por siempre. Sin ser tangible podía ver a mi abuelo caminando con su cigarrillo entre los dedos y yo deambulando entre plantas, fierros, herramientas y tarros de pinturas. Fue así que escribí "Hoy desarmaron el Taller", reviviendo en sólo unos segundos tantos años en ese sitio, pero esa historia no era sólo mía, toda mi familia tiene algún momento, algún recuerdo, todos, cada uno a su manera y según sus propias experiencias. Cómo no recordar aquellos 18 de septiembre cuando nos poníamos nuestras mejores perchas y para nosotros, los nietos, la escalera de la "pieza de arriba" era un perfecto escenario para nuestros diversos espectáculos mientras "los grandes" nos aplaudían entre salud y salud... Y así tantas anécdotas.

Días después de publicar la historia, al llegar a casa de mis abuelos, me encontré a algunos de mis tíos junto a mi abuela completamente emocionados con unas hojas en sus manos, sí, era "Hoy desarmaron el taller". Mi papá había impreso varias copias y las repartió antes de la hora de oración de todas las noches. "¡¿QUÉ HICE?!" fué lo primero que pensé al ver las lágrimas a punto de brotar en los ojos de cada uno de ellos. Y ahí está mi Tata, con un brillo especial y con una copia en su mano "¿Y usted?, ¿También lo leyó?", pregunté con cierto temor. "Sí, y me duele el corazón"... "¡¡¿QUÉEEE?!!", por un instante me quedé en silencio, intentando sonreír mientras mi cabeza funcionaba a millares por segundo "¡Le duele el corazón!.¡¿Qué hiciste Alejandra?!...Insuficencia cardíaca y le duele el corazón...Qué llamen una ambulancia, que llamen al S.A.M.U, a Seguridad Ciudadana, a los bomberos, que venga un doctor, que venga el cura, que venga Perico los Palotes pero que venga alguien porque a mi Tata le duele el corazón". Todo pasó por mi cabeza en sólo un segundo; sin embargo, su rostro resplandece, sus ojos brillan y ahí entiendo, le duele el corazón, siente nostalgia pero está contento, emocionado pero sabe que nosotros estamos aquí. Le duele el corazón pero no sufre, está tranquilo.

Si bien es cierto que el taller desapareció, los recuerdos no; ellos son nuestros y a ellos recurriremos en cada reunión familiar, con cierta emoción, con cierta nostalgía y también con mucho humor. Todos hicimos historia ahí y la historía es para contarla, para vivirla una y otra vez, para disfrutarla. Además, no todo ha sido tan malo ¿o sí? O sino díganme ustedes si alguno había abrazado y besado tantas veces a mi abuelo como lo hemos hecho durante el último año. ¿Cuántos habíamos dormido a su lado?. La enfermedad de mi Tata ha sacado lo mejor de nuestra familia y así seguimos haciendo historia. La historia de La Dinastía Escobar, como nos llaman mis amigas. ¿Cuántas anécdotas más tenemos ya para contar? Muchísimas. Cómo las caídas que ha tenido cuando intenta levantarse solo, gracias a Dios no han sido graves; y así nos pasamos tardes y noches enteras comentando quién lo encontró y en qué posición mientras que la Tía Cristina insiste una y otra vez en que se le represente fielmente el incidente y entonces hay acostarse en el mismo lugar y en la misma posición para que a ella le quede claro mientras ríe una y otra vez diciendo: "Papiiii, nooo pués, si ud. tiene que avisar", y él sonríe como un niño cuando hace alguna maldad; o como cuando llega la hora de la oración y por casualidad se encuentra mi primo Feña en la casa "Ya Naniiitooo vamos a reza-aaar" dice mi tía y como por arte de magia Nanito ya no está, como si sólo mencionar la palabra oración fueran los mismos fuegos del infierno. Y el comienzo se alarga y se alarga porque todos comentamos las últimas de la familia y de los vecinos, hasta que mi abuela pierde el hilo de la conversación, y como ya no escucha, con rostro serio sentencia: "Ya pues, qué tanto hablan, si aquí venimos a rezar. En el nombre del Padre...." Y lo peor es cuando le toca dirigir: San Pio de Pietrelcina, ruega por nosotros, Padre Hurtado, ruega por nosotros...San José... Santa Teresita de Los Andes...Santa Teresa del niño Jesús...Virgen Maria Auxilio de los enfermos...Virgen del Carmen Reina de Chile (3 veces), Sagrado Corazón de Jesús(3 veces más)... San... San.. San... Santa Cachucha, ruega por nosotros. En fin....todo el calendario católico.

Y al final de todo...¿Saben? estoy muy orgullosa de nuestra familia, el cariño, la dedicación y el amor con que cada uno de los hijos ha asumido un rol con mi abuelo es admirable. Las atenciones detallistas de mi Tia Cristina, la paciencia y dedicación de mi papá, San Beto; las sesiones de ejercicio del Tío Luis, "el kinesiólogo", que sin duda han tenido profunda importancia en los avances del Tata; la preocupación de mi Tía Carmen, siempre atenta y presente; el cariño de mi tío Carlos; si hasta el tío Osvaldo sacrifica a su perrita una noche a la semana para estar presente. Y para qué hablar del tío Nano, puntual a las 22.30 para orar, nunca falla. Y atento toda la noche cuando le toca ser enfermero.

Pero sin duda no podemos olvidar a alguien, a mi abuela, siempre ahí, simpre presente, siempre compañera, a pesar de sus achaques, de sus depresiones, de su hipertensión, de que nadie la quiere, de que no la atienden, de que no la entienden...en fin, a pesar de todo, siempre ha estado ahí, de pie, sin fallar ni un sólo segundo. Atenta a primera hora del día y hasta que la última alma abandona la casa, que por lo general somos nosotros alrededor de las 00.00 o 01.00 de la mañana. "¿Cerraron bien la puerta?" es lo último que dice, "¿Y la de a pieza del fondo?...¿ Y la de la cocina?" Y cada una tiene por lo menos tres cerrojos o picaportes, y eso porque al cambiar la puerta de entrada no pusieron 2 extras que tenía la puerta antigua. ¿Se imaginan lo que sería abrir 5 pestillos en medio de la noche en caso de emergencia?. Yo creo que si entrara un ladrón abría que regalarle todo lo que quisiera llevarse en premio al esfuerzo y dedicación por abrir tanto cerrojo. Aunque más le vale que ande decentemente vestido y con la cara limpia porque o sino, no se salva de mi abuela "Y usted.¿Por qué anda así tan sucio, con esa ropa rota? ¿No tiene familia? ¿Dónde vive? Si es un hombre joven, fuerte ¿Por qué no trabaja? ¿Acaso está en el vicio?" (Ojo que con la voz quebrada y a punto de llorar por tanta injusticia social y dando gracias que nosotros tenemos el pan de cada día) "Nooo, así no puedes venir a robarme, mira, ven mañana pero yo te quiero ver limpio, te cambias y te pones una camisa limpia, te lavas la cara y te peinas. Ah! ¿Y has comido algo? Mira aquí me quedaron unos porotitos para que te sirvas y llevate una manzana y un pancito por si acaso"...."Bueno mamita" respondería él sin entender muy bien el comportamiento de la señora. Porque así es ella, a veces un poco jodida, un tanto llorona (es hereditario) y bastante quejumbrosa pero con muchísima fuerza interior y con un gran corazón, siempre atenta a ayudar a quien considere que lo necesite "Por que el Señor dice..." Espero que esta vez no lea esto porque si sabe que le dije "jodida" seguro me llega más de algún descargo de su mano, que por cierto no es muy suave aún cuando digan que son "cariñitos" .

En fin, esa es mi familia, esos son mis tíos y mis abuelos y de ellos nacen nuevas generaciones, la nuestra, la de los primos y la de los hijos de los primos. Y aunque algunas cosas quedan, ahora lo que sigue es continuar escribiendo nuestra historia, la Historia de la Familia Escobar.

-"Hoy desarmaron el Taller"-

noviembre 16, 2005

Señorita Macarena: Ha llegado carta

Un poco tarde...pero llegó


Jueves 2 de Septiembre 2004.
La Serena, Congreso Cecades.
8.00 hrs.

Buenos días amiga:
Así es, ¿Obvio no? Quién más podría escribirte a esta hora de la mañana en la orilla de la playa.


Te diré que amaneció feísimo, hace muchísimo frío, más que en las noche de Curanipe, todo está húmedo y el sol no pretende salir. A mi izquierda a unos 100 metros hay dos viejecillas. Cuando llegué una corría sobre la arena y la otra se bañaba en el mar. Te juro que con este frio polar yo no meto ni mis patitas y eso es raro, muy raro. Definitivamente algún día seré una anciana un tanto demente pero, en serio, ella ya me ganó. Ahora se seca su cuerpecillo: primero se sacó todo hacia arriba y luego de la cintura hacia abajo, como Dios la echó al mundo hace ya varios años atrás. Ya terminó así que se va. Cada loca con su tema.

Pucha, en media hora hay que salir a las charlas, obviamente creo que no iré, ya pasan las ocho de la mañana y aún no me acuesto.

Para variar no me quiero ir a Santiago, necesito un tiempo fuera, estoy cansada y lo peor es que sé que tengo tendencia a chocar de frente, no sé hacerlo de otra forma, no puedo quedarme de brazos cruzados y nunca encuentro soluciones coherentes.

Necesito ilusionarme otra vez, necesito seguir creyendo que es bueno creer, a pesar de que las cosas no respondan. Necesito sorprenderme, necesito hacer locuras, necesito descanzar. Esta vez no sólo quiero, esta vez necesito... y necesito no conformarme.

Esta vez estoy parada, como nunca. No respondo. Miro el mar y me veo allá, al final... Un poco más allá, sin siquiera una tormenta que me obligue a estar alerta, sólo allá, al final, sin saber hacia dónde remar, sin saber cómo remar...

Bueno amiga, suficiente por hoy. Esto ya se empieza a poner latero, además hace frio y comienza a doler la cabecita. Creo que tomaré desayuno y dormiré un par de horas.

Nos vemos en Santiago, y gracias porque siempre estás ahí.

Jany

Esta carta tiene más de un año y es una de las tantas que nunca les entrgo. Prometo otra pronto y más actualizada ya que tengo muchísimas cosas que decirte. Un abrazo

noviembre 10, 2005

De Jote a Jote y medio...

Desde un principio me propuse liberar de censura este espacio pera cada vez es más complicado. "De Jote a Jote y medio" es una mirada a mis amigas y a mí misma, a nosotras insertas en un mundo de conquistas, de amores fugaces y de serias relaciones estables; sin embargo, al terminar de escribir y revisar el texto se inserta la duda de publicar la historia original corriendo el riesgo de poner a mis compañeras de aventuras en más de alguna situación comprometedora al revelar detalles que no sé si están dispuestas a asumir. Es por ello que decidí redactar una nueva versión, menos polémica y con menos compromisos para ellas.

El tiempo no pasa en vano y nuestros amores y desamores tampoco, todas tenemos más de alguna historia, más de alguna época de apogeo y más de alguna época de penumbras en nuestros corazones pero el tiempo y las experiencias no pasan en vano.

Es el verano del 2003 y nuevamente estamos juntas en Curanipe. De las cinco, sólo una está de novia, ya son cerca de 2 años de pololeo; las cuatro restantes nos encontramos solteritas y sin compromisos. Hace dos años que no vengo a estas tierras sureñas. El verano pasado Paula, Sandra y Claudia conocieron a quienes desde entonces y hasta el día de hoy serían nuestros amigos y compañeros en más de alguna aventura y en más de algún ámbito, incluso el sentimental.

El tiempo no pasa en vano y cada una de nosotras ha aprendido autilizar técnicas de conquistas y a reconocerlas en el sexo opuesto. Ya sabemos los mecanismos básicos para acercarnos a alguien, conversar, dar una imagen de mujer de opinión , de mujer alegre, graciosa, sabemos cómo y cuándo sonreír, ser encantadoras y también "hacernos las piolas"; en fin, lo que la ocasión amerite. Sabemos cuando se nos acercan con intenciones ocultas y sabemos cómo simular no darnos cuenta. Ya conocemos cada movimiento.


El verano ha comenzado y cada una tiene un objetivo claro para la temporada, bueno, casi todas. Alguna ya ha adelantado trabajo durante el año, el ciberspacio parece ser un buen arma y pronto se verán los frutos de tal inversión de tiempo y dedicación; otra opta por la conocida técnica de "La Piola" aún cuando ello la lleve a adoptar una personalidad completamente opuesta a su esencia natural. La misión es clara y alcanzar la meta propuesta merece la pena esta aventura. Para otras, el compromiso comienza a pasar a segundo plano, la distancia parece tomar significancia, aunque supongo que la distancia va más allá de los kilómetros. "La Psicópata profesional" es otra de las alternativas y aunque parezca exagerado, en esta historia también hay quién opte por estas técnicas un tanto radicales. Personalmente, no tengo ninguna mala intención, mi mente está demasiado ocupada decidiendo si debo buscar a mi último romance y jugarme por una relación seria con él o no, pero estamos en Curanipe y aunque no tengo mucha cabeza para eso, la idea de un amor de verano no deja de ser atractiva.

Sí, el tiempo nos ha convertido en "Jotes profesionales" y lo sabemos, este debe ser un buen verano y ocuparemos todas nuestras técnicas....TODAS!.


Y así sin más, comienzan las hazañas, un leve toque estético y mucha confianza es la base del éxito. Estamos contentas, tranquilas, disfrutando cada momento, compartiendo nuestra camaradería y eso se refleja; las fogatas en la playa y vasos de vino que deambulan en un sentido y en otro hacen la tarea bastante más fácil. La primera ha comenzado a utilizar la técnica de "amigui" y mujer con opinión, otra personifica su rol de "mujer piola", no puedo evitar reirme de eso; la "psicópata profesional" comienza a trazar más de algún plan, empiezan los mensajes anónimos y los seguimientos ocultos: ya sabe dónde vive, con quién se junta, la patente de su auto y qué lugares frecuenta. No todas adoptamos roles establecidos pero para aquellas que no definen un papel las noches de disco y de fogatas son una buena opción para ver si algo resulta. Si bien, yo no tengo una meta propuesta reconozco ser una coqueta por naturaleza y no puedo evitar mover la cabellera, sonreír y lanzar una mirada sugerente de vez en cuando, aún cuando suelo no darme cuenta de ello hasta que alguna de mis amigas me dirige una mirada un tanto burlona porque otra vez se me escapó. Pero no somos las únicas, ellos también conocen perfectamente sus armas y también saben reconocer nuestras tácticas, el juego de las conquistas va en ambas direcciones. Entre todos aparece el "Gran Jote" como le llamamos en ese entonces ya que ocupaba evidentemente todas las técnicas conocidas, lástima que nosotras lo reconiéramos tan fácil, así no hay opción.

Los días pasan y el juego de conquista también, aprendemos a conocernos y comenzamos a apreciarnos, a ver más allá, empiezan los amores y también los desamores. Los objetivos iniciales empiezan a perder importancia y aparecen nuevos protagonistas, lás técnicas a veces parecen resultar con evidente éxito y luego dan un severo revés. Mi cabeza lentamente deja de ocuparse por tomar una decisión y la idea de sentir la atención de alguién de a poco adquiere cada vez mayor importancia.


El verano continúa y nadie quiere que esto termine, yo ya he cambiado 2 veces los pasajes y en casa eso ya no está gustando pero no importa, estoy en Curanipe y me siento bien, demasiado bien, no quiero que esto termine. Algunas relaciones comienza a ser más sólidas después de severos traspiés y otras terminan incluso antes que la temporada.

Sí, el tiempo ha pasado y hemos aprendido técnicas de conquista y también a reconocerlas cuando somos las "presas"; sin embargo, el corazón es el corazón y en él sólo manda ÉL; no importa cuánto sepamos de miradas o de movimientos, cuando comienzan las maripositas estomacales o nos descubrimos suspirando al recordar a alguién, o bien, cuando nuestros ojitos comienzan a brillar, no hay nada más que hacer, cualquier técnica descubierta o aprendida no tiene validez alguna, nos volvemos niñas nuevamente...crédulas e ingenuas. En el fondo no hemos aprendido nada pero así nos gusta porque cada romance y cada ilusión vuelve a ser como observar el mundo por primera vez.

noviembre 06, 2005

INFORME: "Proyecto Ciruela" (Parte I)

Esta historia no es mía porque yo no la viví pero es como si lo fuese porque desde que Mi Amigo Marcelo me la envió, hace ya harto tiempo, la he guardado; además, si me hubiese invitado seguro habría ido y así también sería mi historia

"Caminando cerro abajo, pensando...con el sol pegado en el rostro y sin preocupaciones pienso que es el momento de comprar una cerveza, un lápiz y unas hojas.

El asqueroso olor del puerto definitivamente es rico, quizás puede ser una de las motivaciones de andar por ahí. Cada peldaño va construyendo historia mientras subo y subo hasta el final, instantáneamente me pregunto si existirá un final. Pero sea cual sea el final la misión es alcanzarlo. Y mi mente en estado propenso a cualquier cosa se adelanta y cuando acabe la misión ya existe otra por terminar.

Que el tiempo se detenga y que estas míseras horas que tengo sean eternas. El estado de libertad es increíble, apático de la realidad y bajando al nivel de lo desconocido. Guitarras pesadas van envolviendo mi visual y cada sonido quedará enmarcado con el momento. No hay nada mas atroz que se raye el compact disc. Y así moviéndome al ritmo de la música camino y camino. Hay tantas cosas que ahora tienen significado, hasta la rutinaria micro que sube todos los malditos días tiene significado para mí en ese momento. Que extraño y rico es sentirse ajeno a todo, que me importa que alguien que ha estado toda su vida ahí se asome por la ventana. En realidad la gente, o sea, todos los miles de habitantes en ese instante no me interesan. En realidad busco una conexión con la gente que ya existió ahí hace 50 o 100 años, ¿Por qué? Aún sigo buscando la respuesta.

Rápidamente diviso un bar, uno de los tantos que existen ¿ porqué un bar? tampoco lo sé...
Acercándome me pregunto con cuantos chichas me toparé y me da risa, también es un desafío. Obviamente el que atiende es un guatón canoso con bigotes blancos tirados pa amarillentos (debe haber comido tallarines), me mira con mirada que significa: "Y vos gueón que andai haciendo acá?" Y yo con la mirada mas poderosa le indico donde están las Escudos. Cualquier jote en mi caso se habría hecho “pichisss”. La primera impresión es que todos los carmagedones andan de terno. Pero más gastado que los reality show (esta wea parece que se esta poniendo media humorística). La cagé en devolver el terno de alcapone, fue la primera wea que se me vino a la mente, lo tuve como dos o tres años y nunca la devolví...hasta hace como una semana.

Esa sensación que se siente al caminar hacia arriba, ¿Cómo describirla? . Mi sombrero me protege del sol penetrante y además me hace sentir del oeste, buscando aventuras y sin importar donde estaré en una hora más, la idea es disfrutar cada segundo. ¿Pasará lo mismo con la gente que viene de Valpo a Santiago? , no lo creo, no saben lo que tienen, o quizas estén aburridos y ya no quieran tenerlo, creo que si viviera un año ahí seguramente me aburriría también...

Sublimemente se me incrusta el poeta Neruda en mi mente, el tiempo finalmente se ha detenido y puedo envolverme con la magia de Valpo. Y como alguien dijo por ahí
en ese puerto ronda un fantasma que se apodera de los viajeros y les hace sentir la mística que viaja con el olor a mar.

Me senté con mi cerveza y mis cigarros y comienzo a observar que ocurre en todas las mesas, ¿Se habrán dado cuenta que llegué? No lo creo. ¿Seré así yo en mi etapa longeva? En realidad no me interesa, mientras esté feliz donde esté estará todo bién.

El estado de estupidez invadía mi cabeza y sin pensarlo si quiera una vez me sente en la mesa de tres curaditos. Que el colo colo ya no es el de antes y que el Bomballet era malo cuando jugaba era el tema que marcaba el rating a full, que wea más latera hasta cuando instantáneamente emití mi primera palabra : “Buen día señores, no creen que el día está bueno” Y con esas palabras y con la musica de la wwf marcelo white osorio comienza su toque de sociabilidad en el viejo puerto.

Los viejos sorprendidos se miran uno al otro reciprocamente y no saben que opinar. Yo con mi sentido visual agudo aún le digo al bigotudo: “ tres escudos pa esta mesa”. Los carmagedones instantaneamente abren sus botellas y yo siento su mirada de curiosidad. “me gusta su puerto”, les dije . Seguía el vacío de palabras hasta que el mas flaco con prominente nariz aguzada y roja me dice “gueena cabro, de onde soi vo? ".."De por ahí “ les respondí, ni cagando les digo que soy de chifla carvallo.... Primer point a favor de valpo, me sentí acogido por mis maessstroz. Y así, pelando el cable con los viejos ratifique el porqué estaban ahí. Ellos solo querian tomarse el copete y era un día mas para ellos, pero yo analizando cada palabra que hablaban aprendía algo de un veterano con experiencia.

Obviamente la clase duró media hora nomás pq aún me faltaba mucho para concluir la primera misión.

Al salir del oscuro antro ediondo a vino, el sol me quiebra mis pupilas, me pongo mis lentes Bio bio y desde ahí miro el hermoso mar. “Está rico el mar” digo. Y sacando una cámara retrato la primera imagén del puerto. Mientras mas arruinadas y viejas estaban las casas mas me gustaba.

Que interesante absorber vidas ajenas por un lapso de tiempo, ser parte de la historia de otras mentes, ser el testigo fiel , ser aquel forastero que quizas haga famosos sus pensamientos y después ya no interesan. Así es el ser humano desea tanto una cosa y sin embargo después de u tiempo ya no la deseará..."

Esperaré e final...

noviembre 02, 2005

Aquellas resacas en Curanipe...las recuerdan?? Apuesto que sí


"Aguaaaa!" Recuerdan? Las primeras palabras al despertar en Curanipe, eso si no fuimos a Costa Madero la noche anterior porque ahí la caña es mayor y nuestras primeras sentencias matutinas a la 1 de la tarde son : "Aahh! Siento moriiir!! Me duele la cabecitaaa!, `toy herida...de guerra" y como siempre hay una o dos en mejores condiciones empieza el show. Se toma la cabeza de la víctima y empezamos con el canto: "Le duele la cabe-ci-ta, le duele la cabe-ci-ta".

Pero volvamos a una mañana normal, cuando una de nosotras 5, cuando aún eramos 5 en la casa, despertaba primero y tomaba la botella de dos litros que la noche anterior, alrededor de las 5 de la mañana (pucha que nos sigue el número 5), y en el último suspiro de consciencia, después de comer todo lo que quedaba en la olla o en el horno; en un acto completamente visionario, o quizás fruto de años de experiencia, llenamos con agua al menos 2 botellas grandes. "Aguaaaa!" y empieza a sonar: glup, glup, glup... Aún ni siquiera somos capaces de abrir nuestros ojitos, la botella se alcanza por mero instinto y con mucha solidaridad se hace llegar a la próxima herida de batalla. Como siempre fue una ardua batalla y salimos victoriosas, demasiado victoriosas. "Somos mujeres independientes del siglo XXI", consecuencia: Las liñas nos compramos 5 litros de Lomas de Cauquenes, o Valle Deleuque cuando el bolsillo empieza a escasear, lo que es bastante común. ...y eso sólo para comenzar.

Recuerdan aquella vez que fuimos a "Costa Madero" y llegamos tan prendidas que con la Maca que dormíamos en la pieza del lado, nos dio con que queríamos dormir todas juntas y agarramos un colchón que tiramos en el piso a los pies de la cama de 2 plazas donde dormía la Chikis, Bruja y Sandra. Nos instalamos ahí, encima de los bolsos, zapatos y la ropa, ni siquiera quedó bien estirado, y ahí nos dormimos. Ni las moscas entraban a la pieza. Al otro día la Tía Paty abre la puerta y grita dulcemente: "Oye, Curagüilla!" y las 5 contestamos al unisono: ¿Queee?....Mmmm...A quién le dice?? jajajaja.... Otra vez la Tía Paty no se puede enojar con nosotras, aunque eso no es impedimento para comenzar a escuchar: "Esta pieza esta hedionda, abran esa ventana", " No les da vergüenza", " Son unas curagüillas, con que cara voy a bajar yo al pueblo ahora?". Lo más gracioso es que no baja nunca. Pero así nos gusta y así aprendimos a conocerla y a quererla: "Yaaa, para qué se enoja, si igual se ríe con nostras", típica sentencia de la Brujita.

Esta bien, mucho se reirá pero igual hay que levantarse y empezar a hacer el aseo. Es fin de semana y el tío esta en la casa por lo que es necesario apelar a la solidaridad en conjunto y descanzar por turnos, intentando que nadie se dé cuenta. "Aaay, puedes secar la loza tú por favor que parece que a mi se me va a caer", "Ahhh, pero tú haz la ensalada porque a mí me esta dando asco", "Estoy mariada--->barre lentito no más", " Recoge la basura tú que yo no me puedo agachar". Pero al final, la tarea siempre queda hecha, más nos vale o sino mejor nos olvidamos de otra noche de carrete.

Y eso que en Curanipe no hay caña... ¿Cuántas veces hemos dicho eso?, muchísimas, todos los años... "Nooo, si da sed no más", hasta que llega aquella noche de disco y la mañana aparece con dolores de cabeza, mareos, y hasta tiritones, por suerte que en todo el mes que estamos allá ese evento se da sólo una o dos veces por persona.



Recuerdo aquel día después de la segunda versión de la "Noche Intergaláctica del Día de la Mujer" en Costa Madero que con Sandra y la Brujis tuvimos que ir a sacar plata a Chanco. Primero llegamos a Curanipe a comprar nuestra botellita de agüita mineral, ahí en los mismos negocios que en la noche nos abastecemos de alcohol, qué ironía ¿no?, de pronto "Ay!...me apuné", el sobrenivel de la cuneta respecto a la calle era demasiado alto en esos momentos. Lenta y pausadamente empezamos a caminar...paró un auto...qué suerte, justo hoy cuando las bolsas de ojeras llegan a los pies y fermentamos por todos nuestros poros, nos llevan tres niños guapos...guapos, guapos...a hacernos las piolas no más..."Mmm..sí...no...ehh". Aún no sé si ese día pasabamos la caña o aún nuestra borrachera, lo concreto es que para mí recién a la vuelta a Curanipe y mientras estabamos en la playa logré unir una frase con la siguiente y la calle dejó de moverse hacia un lado y el otro.Creo que para las niñas no fue muy distinto.

Es realmente deplorable la velocidad de reaccion al otro día, como aquella vez después de un 18 que nos quedamos en la casa de los liños y al otro día la Paulita intentaba comunicarse con nosotras: "Y el Negro dijo.....mmmm...(pausa)...¿Qué dijo el Negro?".

Y para qué hablar de los "Perros negros". Se acuerdan cuando la Brujita se quedó todo lo que quedaba de noche haciendo el aseo en la casa de los niños porque le tenía miedo a Freddy Krueger, pobrecita si la casa brillaba por todos lados y ella seguía limpiando.

Bueno, pero quien no halla tenido perros negros que tire la primera piedra...cri cri, cri cri...ninguna jajaa.

Esa es otra de las cosas que extraño de Curanipe, odio salir en Santiago y al otro día pasar la caña sola, incomprendida completamente, necesito a mis amiguis...pucha amigotas que las extraño, aún cuando la unica comunicación en esos momentos sea: Aaaay!

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noviembre 01, 2005

Lo sabes...verdad??

Sabes que encanta cuando me miras? Sí, cuando lo haces y yo cierro los ojos y finjo dormir. Perdón por mi egoísmo pero me hace sentir segura, tranquila. Sé que no me presionarás y guardarás silencio por unos momentos, sabes esperar. Me gusta porque rompes ese momento con una suave caricia sobre mi pelo...y yo sigo "durmiendo". Es que me siento tranquila.

Hace unos años lograste confundirme como nunca lo había estado, no porque dudara si eras el amor de mi vida o no, sino porque en ese entonces comenzaba a dudar sobre si el verdadero amor, ese que me ilusionó de pequeña, existíese realmente. Si no existía de aquella forma y el amor se convertía en un sentimiento de cariño, compañerismo y respeto, entonces no sabía porque no estaba contigo aún, porque ése sí eras tú...cómo desperté en ese momento es otra historia.

Sabes que cuando estuvimos juntos, hace varios años ya, me sentí así, como cuando me miras y yo finjo dormir, tranquila, segura, querida. Creo que fuiste la primera persona a quien besé cuando quise besar, abracé cuando quise abrazar y llamé cuando quise llamar, sin miedos, incomodidades ni temores de si será este el momento o no, total, tú también hacías esos "contactos directos" a las 4 de la mañana.
Si tenía que dormir con el celular bajo la almohada por si se te ocurría llamar.

Sabes que me encantaba cuando me preguntabas "¿Cómo estás?" porque sabía que lo que querías saber era eso "Cómo estaba". Me entregaste seguridad y mucho afecto, nunca me presionaste ni te dejaste sentir presionado por mí, aún cuando de pronto llegué y te dije que había terminado con aquel "amigo" que proyectaba una seria relación conmigo. "Yo no te pedí eso" me dijiste cuando te conté. "No lo hice por tí, fue por mí, no podía estar con los dos y tenía que elegir". Fin del tema. Pensé que saldrías corriendo, desde un principio acordamos que esta relación no seria nada serio, pero no fue así, me abrazaste y me preguntaste:
"¿Cómo estás?".


Sabes que me encantaba cuando me llamabas "Negri" y más aún cuando tiempo después supe que era la única "Negri", TU NEGRI, porque así me sentía, como una pequeña parte que se introducía lentamente en TU vida, en pequeños momentos...lentamente. Nunca necesité saber si veías a otras mujeres, no porque no me importara, pero nunca te lo pregunté porque nunca necesité saberlo, yo era "La Negri" y me sentía querida e importante, eso me bastaba, no tenía dudas.

Nunca he podido visualizar perfectamente el momento en que empezamos a distanciarnos, en el que empezamos a terminar lo que no empezábamos, quizás fue cuando supimos que había demasiado cariño y respeto para ser una relación "nada seria" pero también sabíamos que no nos enamoraríamos. Por tu parte no sé en que punto fue, por la mía, creo que fue en ese instante.

¿Recuerdas cuando tiempo después nos juntamos y después de 5 litros de cerveza y 2 terremotos llegamos a la conclusión de "Eres todo lo que quería, pero no sé porque no eres"?..."Siento lo mismo" dijo el otro.

Fuiste importante, de una manera especial, con momentos especiales, lo sabes, como cuando arrancamos fugazmente en tren a Rancagua, lo recuerdas verdad...sí, lo recuerdas. Recuerdas que fuimos a comprar cigarros y de pronto, sin motivo alguno me volteaste hacia tí y me dijiste "Tengo que decirte algo importante", me quedé muda..."Quiero que estudies y que te vaya bien, que carretees menos (con qué moral, pensé) porque quiero que seas importante y esto no lo olvidarás porque no esperabas que te lo dijera"...bueno, no lo olvidé.

Sabes que me encantaba cuando me abrazabas en silencio, bueno, aún me gusta. Me gusta cuando salimos y nos quedamos en casa de alguien y al despertar me saludas: "Buenos días, ¿Cómo estás?". Perdón por ya no saltar a tus brazos ni besarte una y otra vez, no creas que no me agrada cuando me buscas, al contrario, aún me haces sentir segura y tranquila pero esta vez sé que ya no me enamoré y así, me cuesta responder.

No te molestes ni te extrañes porque aún no conoces facetas mías, sobre todos si no son muy buenas como mi personalidad a veces un tanto agresiva, es sólo que tú me otorgas tranquilidad. Mejor siéntete privilegiado por ser de las pocas personas que han entrado tanto en mi vida y nunca me han tenido que ver así, aunque la privilegiada debería ser yo.

Han pasado los años y yo casi no me doy cuenta. En el camino me he enamorado o he creído estarlo, aunque sin éxito final y supongo que tú has pasado por situaciones similares; sin embargo, aún extraño aquellos "informes" que llegaban cada cierto tiempo a mi "Bandeja de Entrada".

Ahora queda seguir caminando, seguir avanzando. Supongo que cada cierto tiempo nos volveremos a encontrar, aún así te deseo lo mismo que espero para mí: que logremos encontrar a esa persona que es todo lo que queremos pero que esta vez SÍ SEA.

Un abrazo enorme de Tu Amiga Jany, " La Negri".

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Hoy desarmaron el taller

Completo. Sólo quedan algunas tablas y el esqueleto de "la pieza de arriba". A poco más de un año del accidente vascular, el 16 de septiembre del año pasado, mi Tata aún sigue en cama, se levanta de vez en cuando y hace sus ejercicios para recuperar la movilidad de su brazo y pierna derecha, pero sabe que no volverá a trabajar en su taller.

Aún si recuperara toda su movilidad, a sus 80 y tantos años la deficiencia en su corazón y en sus pulmones no lo permitirían. Imposible, no puede hacer fuerza...no sólo porque el médico lo prohiba sino porque no puede.

Vino mi tío, mecánico, y se llevo algunas cosas...mi Tatá ya no volverá a soldar, ni hacer rejas de fierro, ni nuestras repisas de madera. Además, desmantelaron por completo la "la pieza de arriba", esa que estaba sobre el taller, donde hace más de 20 años vivieron mis tíos, con el Fonchy, mi primo; bueno, antes mis papás, pero de eso no tengo recuerdos, era una recién nacida. Esa donde para mí era un mundo aparte, distinto, donde estaba mi tía regalona, la Carmen Cecilia, donde era libre porque la Cuchi-cuchi hacía lo que quería. Esa que cuando se fue se convirtió en el lugar donde quedaba todo lo que ya no se ocupara en la casa, donde quedaban los tesoros que yo descubriría cuando me escondía para entrar ahí antes que mi abuela comenzara a gritar que para dónde voy, que eso esta sucio, que las arañas, que para qué estoy subiendo... Cómo no iba a subir si era mi barco cuando era pirata, y luego mi pequeña embarcación que navegaba por ríos llenos de cocodrilos...del 3º escalón para arriba no me comían. Además se convertía en un lujoso Hotel cuando me aburría de navegar o simplemente los escalones servían para autodesafiarme: saltar del primer escalón era fácil, del segundo y el tercero también, del cuarto se ponía emocionante, ya en el quinto había que contar "a la una, a las dos y a las...tres!" , Uy! cuando salté del 6º me dolierón los pies y del 7º creo que lo logré sólo un par de veces, del último, cuando me tiré el dolor fue suficiente para no hacerlo más. ¡También fue mi microbus! Hasta que aparecía mi Tata. Ahí me quedaba sentada, en el cuarto escalón, lo suficientemente cerca como para ver lo que hacía y lo suficientemente lejos para no interferir en su trabajo.

Primero entraba, siempre abstraído en su trabajo, miraba el mesón y comenzaba a buscar sus materiales, luego salía y volvía a entrar. Tenemos los materiales, ahora a aserruchar, o martillar, o doblar los fierros...cuando aparecía la soldadora yo desaparecía lentamente y me ubicaba en un lugar estratégico para seguir mirando, si mi abuela me viera me mandaría a ver tv..."nooo!, ver a mi tata es más entretenido". ¿Qué estará pensando? Siempre trabajaba así, en silencio y yo en silencio intentaba seguir sus pensamientos. Sacó el tarro de pintura. ¡Qué bien! ¡Ahora podré pintar! Siempre en la escalera, un poco oculta con la baranda, cuando hubo baranda, o sino escondiendome atrás de alguna planta , así mi abuela no me veía y no me mandaba adentro para que no molestara.

Mmmm...ya observé mucho, ya seguí sus pensamientos y ví como trabajaba, es hora de preguntar algo: "Tata ¿Y dónde compró la madera?" Si sé, pregunta obvia porque la había comprado en la Barraca que estaba a menos de dos cuadras pero era suficiente para romper el hielo y que él comenzara respondiéndo y luego me contara alguna de sus historias: de cuando era niño y repartía almuerzos, de cuando estudiaba en "Los Talleres de San Vicente", de cuando estaba en el regimiento, cualquiera, no importa, mi Tata sabe contar historias y yo puedo sentir que vivo cada una de ellas. ... Algo faltó, hay que salir a comprar...¡Que me lleve!¡Que me lleve!¡Que me lleve!. Sí, voy con él.

Silencio otra vez, observo su semblante pensativo. Mmmm...¿Qué pensará ahora? Ya sé. conozco esa cara, no es sobre el trabajo, esta recordando algo, sólo debo esperar unos segundo...ahí esta!. Mi Tata comienza otra historia: "Cuando nosotros llegamos aquí...", ¡perfecto! la salida ha sido productiva, tal como lo esperaba. Más tarde, no perdería esa fascinación al oírlo contando sus anécdotas cuando defendía sus ideales sobre los derechos de los trabajadores. Mi abuelo nunca ha sido una persona polémica, pocas veces lo he oído levantar la voz pero es un gran orador, la convicción de sus palabras es su mayor arma.

Han pasado los años pero aún acostumbro a observarlo en silencio. A veces, ni siquiera lo miro de frente, me agrada acostarme en la cama que esta a su lado y poner atención a sus movimientos, a si abre o cierra los ojos, a cuando espía para ver si lo están mirando, a cuando finge dormir porque simplemente ya no quiere conversar, a observar a qué hora suele mirar el reloj: ¿Qué estará pensando?... Siempre me hago esa pregunta, me gusta adivinar el camino de sus pensamientos.

La historia del taller se terminó. A veces, los momentos pasan, pero las cosas, los lugares siguen ahí, haciendo más historia, nuevas historias; esta vez no será asi, el taller se desmanteló, las herramientas han sido repartidas y los momentos, las horas de trabajo de mi Tata y las horas de juego para mí en ese lugar son parte de nuestros recuerdos, atesorados en nuestras mentes y en nuestras emociones, pero el taller ya no tendrá más historias porque se acaba de escribir la última sobre él: Hoy desarmaron el taller...