¿Y los aventureros?
La verdad es que estoy mareada, un mareo extraño como inyectado de morfina que adormece mis neuronas para entregárselas al dios de los sueños... y entonces... mi vida se vuelve un sueño... ¿O más bien será que despierto de él?
Anoche fuimos al bar. Esta vez con dos nuevos amigos, cómo cambia la mirada de la gente cuando hablamos de los sueños. ¿O será que en realidad recién comenzamos a mirarnos realmente? Hace unos días hablábamos de informes, de planos, de reuniones... ahora nuestras miradas cómplices saben de vidas, de luces y de colores. Me gustan las noches de bar por eso, porque nos hace hablar de lo esencial, de eso que como dice en El Principito, "es invisible a los ojos".
Y entre las copas de vino, el canturreo guitarreado y las conversaciones de...vida, de repente desvaríamos sobre el puerto... aaaah, el Puerto, me gusta ir al Puerto... y en eso pienso cuando recuerdo a Marcelo, me acuerdo de él y de sus sueños de cuneta, de él y del recorrido por Valparaíso del que siempre hablábamos y que en ocho años nunca hemos hecho y que muy probablemente nunca hagamos. ¿Por qué será que siempre restamos nuestras pasiones? Me acuerdo de Marcelo y de sus viejos reportes en mi Bandeja de Entrada, de él y de su olvidado Proyecto Ciruela... ¿Pa' dónde te fuiste Marcelini? Supongo que ya no tomas el tren sólo porque sí... bueno, yo tampoco, pero no estaría mal hacerlo nuevamente... lo pensaré... no estaría nada mal, te cuento después cómo me va... mientras, te traigo tus viejas aventuras a ver si vuelves a sacar tu sombrero de vaquero y tu antigua cámara...
Adoro el Puerto... y en estas líneas está un poco el por qué...
Proyecto Ciruela
"Caminando cerro abajo, pensando...con el sol pegado en el rostro y sin preocupaciones pienso que es el momento de comprar una cerveza, un lápiz y unas hojas.
El asqueroso olor del puerto, definitivamente es rico, quizás puede ser una de las motivaciones de andar por ahí. Cada peldaño va construyendo historia mientras subo y subo hasta el final, instantáneamente me pregunto si existirá un final. Pero sea cual sea el final la misión es alcanzarlo. Y mi mente en estado propenso a cualquier cosa se adelanta y cuando acabe la misión ya existe otra por terminar.
Que el tiempo se detenga y que estas míseras horas que tengo sean eternas. El estado de libertad es increíble, apático de la realidad y bajando al nivel de lo desconocido. Guitarras pesadas van envolviendo mi visual y cada sonido quedará enmarcado con el momento. No hay nada mas atroz que se raye el compact disc. Y así moviéndome al ritmo de la música camino y camino. Hay tantas cosas que ahora tienen significado, hasta la rutinaria micro que sube todos los malditos días tiene significado para mí en ese momento. Que extraño y rico es sentirse ajeno a todo, qué me importa que alguien que ha estado toda su vida ahí se asome por la ventana. En realidad la gente, o sea, todos los miles de habitantes en ese instante no me interesan. En realidad busco una conexión con la gente que ya existió ahí hace 50 o 100 años, ¿Por qué? Aún sigo buscando la respuesta.
Rápidamente diviso un bar, uno de los tantos que existen ¿ porqué un bar? tampoco lo sé...
Acercándome me pregunto con cuantos chichas me toparé y me da risa, también es un desafío. Obviamente el que atiende es un guatón canoso con bigotes blancos tirados pa amarillentos (debe haber comido tallarines), me mira con mirada que significa: "Y vos gueón que andai haciendo acá?" Y yo con la mirada mas poderosa le indico donde están las Escudos. Cualquier jote en mi caso se habría hecho “pichisss”. La primera impresión es que todos los carmagedones andan de terno. Pero más gastado que los reality show (esta wea parece que se esta poniendo media humorística). La cagué en devolver el terno de alcapone, fue la primera wea que se me vino a la mente, lo tuve como dos o tres años y nunca la devolví...hasta hace como una semana.
Esa sensación que se siente al caminar hacia arriba, ¿Cómo describirla? . Mi sombrero me protege del sol penetrante y además me hace sentir del oeste, buscando aventuras y sin importar donde estaré en una hora más, la idea es disfrutar cada segundo. ¿Pasará lo mismo con la gente que viene de Valpo a Santiago? , no lo creo, no saben lo que tienen, o quizas estén aburridos y ya no quieran tenerlo, creo que si viviera un año ahí seguramente me aburriría también...
Sublimemente se me incrusta el poeta Neruda en mi mente, el tiempo finalmente se ha detenido y puedo envolverme con la magia de Valpo. Y como alguien dijo por ahí en ese puerto ronda un fantasma que se apodera de los viajeros y les hace sentir la mística que viaja con el olor a mar.
Me senté con mi cerveza y mis cigarros y comienzo a observar qué ocurre en todas las mesas, ¿Se habrán dado cuenta que llegué? No lo creo. ¿Seré así yo en mi etapa longeva? En realidad no me interesa, mientras esté feliz donde esté estará todo bién.
El estado de estupidez invadía mi cabeza y sin pensarlo si quiera una vez me sente en la mesa de tres curaditos. Que el colo colo ya no es el de antes y que el Bomballet era malo cuando jugaba era el tema que marcaba el rating a full, que wea más latera hasta cuando instantáneamente emití mi primera palabra : “Buen día señores, no creen que el día está bueno” Y con esas palabras y con la musica de la wwf marcelo white osorio comienza su toque de sociabilidad en el viejo puerto.
Los viejos sorprendidos se miran uno al otro reciprocamente y no saben que opinar. Yo con mi sentido visual agudo aún le digo al bigotudo: “ tres escudos pa esta mesa”. Los carmagedones instantaneamente abren sus botellas y yo siento su mirada de curiosidad. “me gusta su puerto”, les dije . Seguía el vacío de palabras hasta que el mas flaco con prominente nariz aguzada y roja me dice “gueena cabro, de onde soi vo? ".."De por ahí “ les respondí, ni cagando les digo que soy de chifla carvallo.... Primer point a favor de valpo, me sentí acogido por mis maessstroz. Y así, pelando el cable con los viejos ratifique el porqué estaban ahí. Ellos solo querian tomarse el copete y era un día mas para ellos, pero yo analizando cada palabra que hablaban aprendía algo de un veterano con experiencia.
Obviamente la clase duró media hora nomás pq aún me faltaba mucho para concluir la primera misión.
Al salir del oscuro antro hediondo a vino, el sol me quiebra mis pupilas, me pongo mis lentes Bio bio y desde ahí miro el hermoso mar. “Está rico el mar” digo. Y sacando una cámara retrato la primera imagén del puerto. Mientras mas arruinadas y viejas estaban las casas mas me gustaba.
Que interesante absorber vidas ajenas por un lapso de tiempo, ser parte de la historia de otras mentes, ser el testigo fiel , ser aquel forastero que quizas haga famosos sus pensamientos y después ya no interesan. Así es el ser humano desea tanto una cosa y sin embargo después de un tiempo ya no la deseará..."
Etiquetas: amigos, desvaríos, Janis, libertad, recuerdo, viaje
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