Y bailé... y bailé... y bailé...
Ya han pasado más de dos meses y yo no sé bien qué ha sido de mí.
Estoy bien... al fin, estoy... bien.
El cambio personal comenzó antes, cuando me miré de frente y no vi nada de mí ahí... nada.
No supe que pensar, ni hacer, ni decir, entonces... sólo bailé.
Salí cada día de mi casa a meterme en alguna fiesta popular, bien bien popular cómo me gustan a mí... y dónde nadie me conociera... En eso estaba cuando todo pasó, entonces salí a bailar aún más... bailé la rabia, bailé la pena, bailé el rencor, baile la incertidumbre... Sola o acompañada, no importa... yo sólo, iba.... y bailaba.
Salí a comer y a beber con cada amigo que tenía, ya no se hablaba más de mí, aprendí a oirlos a ellos, a compartir sus penas, su sueños, recordé lo que era reír a destajo, me convertí en la mejor confidente... y volví a reír y reír y reír. Fui a reuniones familiares y disfrute las noches bebiendo vino y jugando dominó.
Tuve un compañero que me duró una semana. Pobre, cargó con mi demencia temporal y yo nada le di a cambio. Bueno, le di tardes de conversación, largas caminatas por el parque, noches de cerveza, inolvidables desvaríos y un par de dulces besos... pero claro, no lo que esperaba así que partió a brazos más cálidos. Lo siento cariño, un paso a la vez... y yo no estaba en 'esas' aún, pero gracias... sobre todo por compartir mi Acto Literario.
Pase semanas así, sin pensar... desechando toda esa energía acumulada y renovándola con alegrías, con amigos, con abrazos, con risas... insertándome en el corazón de este mundo hasta caer rendida... Entonces tuve mi retiro citadino, descansé y caminé en silencio por las calles de Santiago. Asumí el odio, lo sentí hasta el fondo y lo dejé ir. Me miré a mí, reconocí mis errores y pedí perdón al universo por ellos. Perdoné a quien tuviese que perdonar... y eso también me incluye a mí.
Entonces, me miré de frente una vez más... y ahí estaba yo.
Toda... completa... más completa que nunca... ya no más sentada tras la ventana... sin darme cuenta había abierto la puerta y estaba ahí... en el lugar que quisiera y de la forma que yo eligiera.... Estaba ahí con los brazos abiertos recibiendo lo que viniera a mí... había vuelto a vivir.
Parece que hubiese pasado una vida desde entonces... desde el comienzo, desde no sé cuando.
Parece que fuera la historia de otra... o parece que hubiese sido un sueño y que nada viví yo.
Aún no es mucho lo que pienso... soy... soy en cada instante sin pensar muy bien qué ser un minuto después.
Vuelvo a sentir el cuerpo y las ganas de no se qué. Hoy me tomo la vida con entusiasmo y con calma a la vez... mañana, no sé.
A veces me tiemblan las piernas por el recuerdo, o por un sueño, o por tantas cosas más... pero entonces recuerdo que hoy estoy aqui... exactamente donde debo estar... ¿Y mañana?... bueno, mañana será otro día y habrá una nueva aventura con la cual lidiar.
Ups!! Ya me tengo que ir... a buscar la pollera y lustrar los zapatos para... obvio... salir a bailar!
Recuerden que como dijo una de mis muchas consejeras: el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.
2 La Conversación
Jany, te prometo que logro leerme en tus palabras.
Desde diciembre hasta el día hoy, ha sido un volver a la vida, a la verdadera vida, a esa que extrañaba... Y mi terapia también ha sido bailar, bailar hasta que me vuelvo melodía...
Estoy muy contenta de leerte y de sentir que estos procesos no solo me pasan a mí.
Felicidades por tu reencuentro =)
(Si quieres darte una vuelta, tengo un "engendro" de blog... http://thebiggestsoundtrack.blogspot.com)
Cariñotes
Fran ...Fran... Fran!!
Alegría inmensa al saber de tí. Te extraño, Fran!... las risas de ensayo, los desvaríos del chat... los ¡Vamos que se puede! mutuos... Espero te esté yendo genial con tus proyectos.... ahhhh.... ya pronto bailermos todos juntos nuevamente...ya verás...
Mil cariños para tí y tu familia.
Cuando puedas, cuéntame cómo va todo.
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