Una deuda menos
Este viaje ha sido extraño, medio loco quizás.
Durante el transcurso del 2008 se me ocurrió que debía realizar uhn viaje sola. Decidí que era algo que me debía en la vida y que algún día cumpliría. Busqué destinos y decidí que el sur de Argentina sería el lugar, quería conocer Bariloche, La Comarca y Bolsón, sí, igual que el Señor de los Anillos. Algún día tomaría mi mochila y el suficiente valor para viajar sola. Algún día estaría allá.
La vida es loca, loca y caprichosa, cuando crees que has aprendido suficiente y piensas que estás listo para el paso siguiente, desordena todo como un huracán trayendo consigo aquello para lo que no estás preparado. Así, sin darme cuenta, de pronto ya no hubo más planes en soledad.
Pero como la vida es loca y caprichosa, tres días después de tener en el bolsillo los días de viaje entre dos y las fantasías de nuevos lugares juntos, me encuentro frente a la pantalla de mi pc diciéndo a una de mis hadas "Acepto...voy", con los bolsillos llenos de viajes de par partidos en pedazos, con el alma dolida, con el corazón des-ilusionado; sin rencores pero con profundo dolor, así me voy, sin un peso y sin consciencia de qué hago.
Han pasado dos semanas desde entonces, el viaje a Bolivia al cual me uní comenzaba el 14 de febrero, el mío comenzó el 10. Sin siquiera imaginarlo me encontré tomando un avión a Copiapó y topándome con las comparsas de la Fiesta de la Candelaria, luego pasando la noche en un bus rumbo a Antofagasta donde conocí a don Elmes, un indigente que me habló durante una hora de politica, de amor, de fé; encontrándome con esas hadas que no dudan en tenderme una mano, fotografiándome con artistas en el Festival de Antofagasta y disfrutando de fuegos artificiales en el Aniversario de la ciudad; viajando nuevamente hacia San Pedro de Atacama, metida entremedio de geyser y lagunas de sal; uniéndome al grupo de las chicas para partir rumbo a Bolivia, cruzando en un jeep el desierto altiplánico por medio de salares, lagunas, termas, geyser, durmiendo en refugios de montaña y en hoteles de sal durante tres días, tras los cuales quedo sola nuevamente, duermo en una agencia de tour trancando la puerta con cajas de cerveza y parto de regreso a Chile a las 3.30 am del día jueves.
Y así me encuentro de pronto sentada sobre mi mochila en plena frontera esperando un bus que no llega, entregada a mi buena estrella y a esa fe que a veces se me escapa pero cuando no queda nada siempre se apiada en volver.
AL final, después de 7 horas de espera entre inmigración en Bolivia (Avaroa), en la frontera y en el paso de Ollague en Chile, el bus llegó y a las 23.00 hrs llegué a San Pedro de Atacama nuevamente.
Hoy ya es viernes 20 de febrero y según acabo de oír, en el pueblo hay Carnaval!!
Y ya tengo una deuda menos en mi vida... ya he viajado sola y es fascinante.
Durante el transcurso del 2008 se me ocurrió que debía realizar uhn viaje sola. Decidí que era algo que me debía en la vida y que algún día cumpliría. Busqué destinos y decidí que el sur de Argentina sería el lugar, quería conocer Bariloche, La Comarca y Bolsón, sí, igual que el Señor de los Anillos. Algún día tomaría mi mochila y el suficiente valor para viajar sola. Algún día estaría allá.
La vida es loca, loca y caprichosa, cuando crees que has aprendido suficiente y piensas que estás listo para el paso siguiente, desordena todo como un huracán trayendo consigo aquello para lo que no estás preparado. Así, sin darme cuenta, de pronto ya no hubo más planes en soledad.
Pero como la vida es loca y caprichosa, tres días después de tener en el bolsillo los días de viaje entre dos y las fantasías de nuevos lugares juntos, me encuentro frente a la pantalla de mi pc diciéndo a una de mis hadas "Acepto...voy", con los bolsillos llenos de viajes de par partidos en pedazos, con el alma dolida, con el corazón des-ilusionado; sin rencores pero con profundo dolor, así me voy, sin un peso y sin consciencia de qué hago.
Han pasado dos semanas desde entonces, el viaje a Bolivia al cual me uní comenzaba el 14 de febrero, el mío comenzó el 10. Sin siquiera imaginarlo me encontré tomando un avión a Copiapó y topándome con las comparsas de la Fiesta de la Candelaria, luego pasando la noche en un bus rumbo a Antofagasta donde conocí a don Elmes, un indigente que me habló durante una hora de politica, de amor, de fé; encontrándome con esas hadas que no dudan en tenderme una mano, fotografiándome con artistas en el Festival de Antofagasta y disfrutando de fuegos artificiales en el Aniversario de la ciudad; viajando nuevamente hacia San Pedro de Atacama, metida entremedio de geyser y lagunas de sal; uniéndome al grupo de las chicas para partir rumbo a Bolivia, cruzando en un jeep el desierto altiplánico por medio de salares, lagunas, termas, geyser, durmiendo en refugios de montaña y en hoteles de sal durante tres días, tras los cuales quedo sola nuevamente, duermo en una agencia de tour trancando la puerta con cajas de cerveza y parto de regreso a Chile a las 3.30 am del día jueves.
Y así me encuentro de pronto sentada sobre mi mochila en plena frontera esperando un bus que no llega, entregada a mi buena estrella y a esa fe que a veces se me escapa pero cuando no queda nada siempre se apiada en volver.
AL final, después de 7 horas de espera entre inmigración en Bolivia (Avaroa), en la frontera y en el paso de Ollague en Chile, el bus llegó y a las 23.00 hrs llegué a San Pedro de Atacama nuevamente.
Hoy ya es viernes 20 de febrero y según acabo de oír, en el pueblo hay Carnaval!!
Y ya tengo una deuda menos en mi vida... ya he viajado sola y es fascinante.
Etiquetas: Bolivia, Janis, libertad, recuerdo, vacaciones, verano, viaje