Al Norte con mi norte en el bolsillo.
Nada que hacer... cuando se pierde, sólo hay que saber decir "Perdí" y ya.
Me quedé en el campo de batalla hasta el final. Me quedé hasta pelarme las rodillas porque mi terquedad de mula y mi absoluta convicción insistían en que esa victoria sería exquisitamente dulce para dos. La decisión no fue igual en ambas partes y ante eso, sólo queda dar las gracias por los buenos momentos y decir adiós con el mejor de los propósitos. Good bye, Darling.
Y así estaba, con mis vacaciones ad portas y ya sin destino dónde ir a parar, cuando aparece como venida de un ángel la oportunidad. Ale ¡¡A Bolivia!! Nos vamos al Carnaval. Creo que tardé exactamente 30 segundos en guardar el itinerario anterior y decir: ¡Voy!... Acepto. Como dijo un amigo "Así, sin pensar, es igual a mi estilo". Y desde ese instante una serie de sucesos inesperados se han comenzado a desarrollar. Esta vida es muy reloca digo yo, está ahí, como esperando para de pronto mover un huracán y en un segundo poner todo el movimiento al revés.
La cosa es que mañana mismo me voy. Otra vez... como antes... como siempre... ese siempre que a veces se queda guardado, latente, esperando que en un nuevo día Yo vuelva a ser simplemente Yo. Y parto casi a tientas, casi a ciegas. Sin un peso en los bolsillos porque harto complicada que anda la cosa monetaria últimamente, pero como solía decir en los años aquellos "Dios proveerá" y les aseguro que provee. Parto hacia el norte con mi propio norte y recuerdo aquel viaje que hicimos con la Flaca, aquel en que de pronto me encontré y veo la diferencia de este nuevo rumbo, que no sólo es en la dirección completamente opuesta, sino que hoy no voy en busca de nada porque hoy absolutamente todo lo llevo yo.
"Disfruta, conoce gente, conoce lugares, haz tonteras, habla estupideces y toma muchas fotos para ver dónde anduviste metida"... Ok, acuso recibo como si fuese una orden. Lo haré y a la vuelta les contaré cada detalle.
Ya ansío recorrer ese desierto. Ya ansío conocer a un par de hadas que me han acompañado y que aún no he logrado abrazar. Ya ansío volver a San Pedro después de 20 años, ya ansío conocer los Geyser y ver el atardecer en el Valle de la Luna. Ya ansío recorrer sola esas calles hechas de historia, ya ansío conocer las tierras altiplánicas, ya ansío cruzar la frontera, ya ansío vivir el famoso Carnaval de Oruro. Ya ansío vivir esta nueva aventura.
Apenas tengo noción de ubicaciones y distancias entre un lugar y otro. El comienzo del viaje lo haré sola, así que en el camino veremos cómo damos un paso y otro más; luego con una amiga y las amigas de la amiga continúa el andar. No tengo idea de cómo reaccionaré esta vez a la altura (por lo menos subiendo cerros me apuno heavy). Tampoco sé cómo lidearemos con el dengue pero llevamos nuestros súperhiper repelentes y ya nos vacunamos contra la fiebre amarilla por si llegamos a la selva boliviana.
He estado mirando algunas imágenes de lo que me espera y la maravilla de cada lugar me da escalofríos.
"Puedes ver las nubes en el cielo o los rayos de luz que pasan entre ellas". Yo hace tiempo hice mi elección.
Nos vemos el 25 de febrero si me pillan al pasar porque como cada año mi verano no puede terminar si no es con los incomparables días en Curanipe.
Hasta la vuelta,
Janis
Me quedé en el campo de batalla hasta el final. Me quedé hasta pelarme las rodillas porque mi terquedad de mula y mi absoluta convicción insistían en que esa victoria sería exquisitamente dulce para dos. La decisión no fue igual en ambas partes y ante eso, sólo queda dar las gracias por los buenos momentos y decir adiós con el mejor de los propósitos. Good bye, Darling.
Y así estaba, con mis vacaciones ad portas y ya sin destino dónde ir a parar, cuando aparece como venida de un ángel la oportunidad. Ale ¡¡A Bolivia!! Nos vamos al Carnaval. Creo que tardé exactamente 30 segundos en guardar el itinerario anterior y decir: ¡Voy!... Acepto. Como dijo un amigo "Así, sin pensar, es igual a mi estilo". Y desde ese instante una serie de sucesos inesperados se han comenzado a desarrollar. Esta vida es muy reloca digo yo, está ahí, como esperando para de pronto mover un huracán y en un segundo poner todo el movimiento al revés.
La cosa es que mañana mismo me voy. Otra vez... como antes... como siempre... ese siempre que a veces se queda guardado, latente, esperando que en un nuevo día Yo vuelva a ser simplemente Yo. Y parto casi a tientas, casi a ciegas. Sin un peso en los bolsillos porque harto complicada que anda la cosa monetaria últimamente, pero como solía decir en los años aquellos "Dios proveerá" y les aseguro que provee. Parto hacia el norte con mi propio norte y recuerdo aquel viaje que hicimos con la Flaca, aquel en que de pronto me encontré y veo la diferencia de este nuevo rumbo, que no sólo es en la dirección completamente opuesta, sino que hoy no voy en busca de nada porque hoy absolutamente todo lo llevo yo.
"Disfruta, conoce gente, conoce lugares, haz tonteras, habla estupideces y toma muchas fotos para ver dónde anduviste metida"... Ok, acuso recibo como si fuese una orden. Lo haré y a la vuelta les contaré cada detalle.
Ya ansío recorrer ese desierto. Ya ansío conocer a un par de hadas que me han acompañado y que aún no he logrado abrazar. Ya ansío volver a San Pedro después de 20 años, ya ansío conocer los Geyser y ver el atardecer en el Valle de la Luna. Ya ansío recorrer sola esas calles hechas de historia, ya ansío conocer las tierras altiplánicas, ya ansío cruzar la frontera, ya ansío vivir el famoso Carnaval de Oruro. Ya ansío vivir esta nueva aventura.
Apenas tengo noción de ubicaciones y distancias entre un lugar y otro. El comienzo del viaje lo haré sola, así que en el camino veremos cómo damos un paso y otro más; luego con una amiga y las amigas de la amiga continúa el andar. No tengo idea de cómo reaccionaré esta vez a la altura (por lo menos subiendo cerros me apuno heavy). Tampoco sé cómo lidearemos con el dengue pero llevamos nuestros súperhiper repelentes y ya nos vacunamos contra la fiebre amarilla por si llegamos a la selva boliviana.
He estado mirando algunas imágenes de lo que me espera y la maravilla de cada lugar me da escalofríos.
"Puedes ver las nubes en el cielo o los rayos de luz que pasan entre ellas". Yo hace tiempo hice mi elección.
Nos vemos el 25 de febrero si me pillan al pasar porque como cada año mi verano no puede terminar si no es con los incomparables días en Curanipe.
Hasta la vuelta,
Janis
Etiquetas: libertad, vacaciones, verano, viaje
1 La Conversación
Que te vaya fantastico en esta aventura y espero que a la vuelta no recaigas en ese otro rumbo.
Un beso grande y escribe en cuanto antes!
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