El Viaje a Cuba
"Tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja."
Así comenzó nuestro viaje a Cuba, con un desconocido que nos acompañó durante una hora hasta que abordamos el avión. Con "Rayuela" entre sus manos y una amena conversación, nos sugirió leer el capitulo 7 de su libro favorito, después de estas letras de Cortázar, no fui capaz de leer una línea más.
12.50 hrs, hora chilena. Perdimos la noción del cambio horario en Panamá y mucho menos recordamos la relación con Cuba..."Creo que es el mismo huso"... "Parece que es uno menos"..."Creo que cambia en Panamá pero Cuba es el mismo de Chile".
La primera vez que hablé del viaje a Cuba fue con la Flaca, hace más de diez años, vueltas de la vida, hoy voy en el avión con la Maca y mi tocaya Ale, y no con ella.
Y aquí estamos, entre Panamá y la Isla de Cuba, con el estómago repleto de tanta comida, con el cuello adolorido después de pasar la noche en el avión ¡Puta que son incómodos estos asientos para dormir!... Pero aquí estamos, entre las nubes aún, las chicas viendo "Mad Money" y yo escuchando jazz... Y eso que nunca me ha gustado mucho el jazz pero como que hoy todo se oye diferente, todo huele diferente, todo se siente diferente.
En unos minutos más llegaremos a Cuba, arribaremos en La Habana, y la verdad, poco nos importa si son las 11, las 12 o las 13.00 hrs, de Chile, Panamá o de Cuba. Poco importa porque en unos minutos más comenzaremos a conocer Cuba, esa Cuba de Fidel, buena o mala, la única que conozco, por foto, por reportajes, por el noticiario o por rumor, da igual, esa Cuba de la que tanto se habla desde que tengo uso de razón. Como nos dijera un profesor de historia hace años: "Es que Cuba es como el cayo del dedo gordo de Estados Unidos, es tan pequeña pero ¡Ay! de que les molesta, les molesta!".
Ya quiero verlo todo.
Comienza el descenso, desde la ventana vemos la Isla.
El horario da igual porque en unos minutos comienza nuestra aventura.
13.15 hrs. ¡Se ve! ¡Se ve! ¡¡Es completamente plana!! Chicas , creo que definitivamente no habrá subidas a cerros, por lo menos desde el avión no se ve ni siquera una loma... ¡La Isla es plana!
Eli, trato de recordar el nombre del Cayo que me dijiste...¿Cuál era?¿Cuál era?
¡Qué ganas de llamarte en este momento!
¡Qué ganas de que todos estuviesen hoy aquí!"
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Se mueren si ven el papel que tengo en mis manos.
Una hoja de El Mercurio fue mi libreta de anotaciones durante el viaje. El texto de arriba, el primero, escrito en el avión durante la última hora de viaje.
Parece imposible encontrar un sentido lógico a los garabatos escritos ahí; sin embargo, lo tiene y espero escribirlos aquí en poco tiempo.
Etiquetas: amigas, viaje Cuba